En la medida en que la prensa de todo el mundo se pliega a
los poderes dominantes del capitalismo y del imperialismo se convierte en una
apologista incondicional del terrorismo de Estado, sobre todo cuando dicho
terrorismo beneficia a los Estados Unidos y a la Unión Europea. Eso
precisamente es lo que sucede con los diversos regímenes en Colombia, donde el
terrorismo de Estado es la pauta dominante desde 1945.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgC9jc2xHhU7VNN2tsVWPVxOzo2TdRHX9F7hDQ4H_rXUdNsQsaRLnGzSI1cF2oUE6y0O1JY4nr1LP9lCkQefOCzUykgbZAm4xB08Gz6aNKHuvFDGLiIYjxm6WEcA1sMF-t4LGUXQZztXijC/s1600/7c7f7fc19d7fff76a3aafd800b41d7de.jpg)
Esto es como pedirle peras al olmo, porque como bien lo
documenta con rigor y paciencia en forma cotidiana Salvador López Arnal, el
diario El País que se publica en España es un vulgar defensor de la dominación
imperialista de los Estados Unidos, enemigo acérrimo y declarado de todos
aquellos gobiernos y presidentes que considera enemigos del mundo capitalista
–entre los que sobresalen los gobiernos de Cuba, Venezuela, Ecuador y Bolivia-,
y acérrimo difusor de los “milagros” que preservan el “libre mercado” y la
“democracia” a la usanza de los Estados Unidos. Tal es el caso, precisamente,
de la política editorial de El País con respecto a los regímenes de Álvaro
Uribe Vélez y Juan Manuel Santos, caracterizados por la sistemática violación
de los derechos humanos, y su postración ante el imperialismo contemporáneo,
los cuales son presentados como “milagros” económicos y modelos de democracia.
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