La lucha por la tierra en la Hacienda la Emperatriz no solo
trata las reivindicaciones materiales, ambientales y culturales de las
comunidades indígenas sino que, además, esta tierra tiene un fuerte valor
simbólico ya que en la Emperatriz se planeó y organizó la masacre de 20
indígenas nasa el 16 de diciembre de 1991, en lo que se conoce como la masacre
del Nilo.
Días después de los acontecimientos de la masacre el Estado colombiano realizó
un acuerdo por 15.600 hectáreas de tierra que hoy, 26 años después, no ha
cumplido en su totalidad. Por su parte la Corte Interamericana de Derechos
Humanos se pronunció en este caso y, para el año 2000, condenó al Estado por su
responsabilidad directa en la masacre. La masacre del Nilo en 1991 partió en
dos la historia del movimiento indígena del Cauca, ya que desde 1971 el
movimiento venia con una dinámica constante de ocupaciones colectivas de tierra
pero, después de la masacre, se detienen los procesos de recuperación. Es solo
hasta el año 2005 cuando se retoman los esfuerzos por la recuperación y
liberación de tierras.
Teniendo viva la memoria de la masacre, el ciclo actual de lucha por la tierra
inició con la liberación de la hacienda la Emperatriz, lo que constituye un
reclamo por tierra, justicia y dignidad. Desde que inició el proceso la
comunidad indígena a realizado diferentes acuerdos con el Estado, lo que
implicó la salida de la comunidad de los predios a la espera de la realización
de los acuerdos, pero el Estado nunca cumplió, por lo que desde comienzos de
marzo de año 2015 retoman el proceso de liberación con la promesa de nunca más
volver ha salir de la hacienda hasta que las tierras regresen a las comunidades
indígenas.
El proceso de lucha a sido largo y difícil, con constantes intentos de
desalojo, violencia desmedida por la fuerza publica que utiliza armas de fuego
contra las comunidades y el asesinato de Lorenzo Largo el 29 de noviembre del
2007, y del joven Guillermo Pavi el 10 de abril del 2015, ambos asesinados por
agentes del ESMAD. "La resistencia del maíz" recoge los
acontecimientos vividos por las comunidades en el ultimo intento de desalojo realizado
el 14 de octubre del 2016, en donde fueron destruidos los asentamientos y los
cultivos de maíz de las comunidades, pero se registra también el proceso de
lucha y resistencia, la reconstrucción de los asentamientos y la realización de
nuevos cultivos de maíz que, además de presentarse como una alternativa a la
crisis alimentaria para las comunidades, su cosecha es una victoria del
movimiento indígena que continua haciendo uso y posesión de las tierras.
En estos momentos se espera la realización de nuevos procedimientos de desalojo
contra la comunidad indígena asentada en la Emperatriz, por lo que se hace un
llamado a centrar esfuerzos en la construcción de redes de solidaridad con el
movimiento indígena nasa.
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