martes, 22 de mayo de 2012

Algunas reflexiones de ambientalistas frente al TLC

Fuente: http://prensarural.org/spip/spip.php?article8230

Los miembros del Colectivo Suba Nativa, consideramos que el Tratado de Libre comercio TLC, que entró en vigencia el pasado 15 de Mayo 2012, incentiva el modelo de Desarrollo Energético-Minero del actual gobierno, lo cual afecta nuestra biodiversidad, que representa el 25% del mundo, golpea la economía campesina y disminuye los ecosistemas estratégicos para la sustentabilidad de la especie humana, de la vida y del planeta.
Es un tratado presentado en condiciones desiguales, ya que pone a competir sin ninguna protección arancelaria, la economía desarrollada de una de las primeras potencias del mundo contra una economía en vía de desarrollo. Esto acabará la pequeña y mediana industria nacional, dejándonos como meros exportadores de materias primas y algunos productos agrícolas como: el café, azúcar, cacao y palma africana (principalmente para biocombustibles), incentivando el monocultivo, la explotación minera de recursos hidroenergéticos, reservas de petróleo, gas, uranio, hierro, bauxita, cobre níquel, entre otros, por multinacionales extranjeras, quienes requieren de la construcción de infraestructura para su comercio. Lo anterior, traerá la destrucción de gran parte de las fuentes hídricas y los valores ambientales que se encuentran en nuestro territorio, bajo la mirada complaciente de las autoridades ambientales, por la flexibilización y racionalización del esquema de licenciamiento ambiental, quienes pedirán sembrar algunos arbolitos para justificar el impacto.
Por otro lado, será mucho más fácil para las empresas biotecnológicas y farmacéuticas, apropiarse de la mayor biodiversidad del planeta, así como del conocimiento tradicional, construido ancestralmente por los pueblos, quienes además sufrirán directamente el fracaso de la economía agrícola, afectada desde la apertura económica de Cesar Gaviria, reduciendo la variedad de productos con los que día a día nos alimentamos, por enlatados y empaques importados, perdiendo cada vez más nuestra soberanía alimentaria.
Ante este panorama desolador y reconociendo que el tratado ya se encuentra en marcha, consideramos importante brindar nuestro apoyo a las luchas de resistencia que están emergiendo o se han ido presentando ante los megaproyectos mineros, de infraestructura o extensos monocultivos, lideradas por organizaciones sociales, indígenas, campesinos y ONG, quienes consideran que es más importante el agua y los ecosistemas, que los minerales que se pretenden desgarrar del subsuelo. Además se requiere fortalecer la economía campesina agroecológica, incentivando la consolidación de mercados campesinos a nivel local, acompañado por procesos de sensibilización a los consumidores frente a ¿qué nos alimenta mejor y ayuda a nuestra salud? y ¿qué tipo de alimentos nos imponen consumir?

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