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EL
INTERNET COMO UN TERRITORIO EN DISPUTA.
(publicado en el aguijón 11. Por il Ribelli)
El actual
desarrollo del conocimiento técnico-científico, la gran industria que lo vuelve
tangible y nuestra compulsiva y esquizofrénica apetencia al consumo
desenfrenado han agregado a nuestro comportamiento complejas formas de
interacción y de interrelación social. Al menos eso parece caracterizar la
invención del mundo digital y cuando
decimos mundo queremos decir que se han
propiciado nuevos espacios, nuevos territorios en el ámbito de lo virtual. O
sería más acertado decir el mundo en
digital.
Aunque creado con
fines militares aún todavía vigentes y en continuo desarrollo, el internet
constituye hoy un territorio rico en posibilidades, en disputa, por conocer y
por gobernar. Proponemos el término territorio ya que la internet no solo representa
ese espacio donde se almacena la información y se procesan datos, sino que también
se refriere a la conexión universal ¿conexión de qué? pues de las cosas y las
personas.
Qué significado puede
tomar el hecho de que los regímenes de Israel y EE.UU
hayan creado un gusano –un software destructivo- para atacar las plantas
nucleares iraníes, o los continuos ataques cibernéticos entre los Estados más
poderosos como China, USA, Rusia, Inglaterra, Las Coreas, etc., los continuos fraudes
financieros que inventan cifras de dinero inexistente, el espionaje político o
de mercadeo traficando perfiles, gustos y modas con sus bases de datos o los
sabotajes entre corporaciones de la comunicación. Si se pueden parar maquinas
con virus digitales a quilómetros de distancia, si se pueden acceder a los
archivos más protegidos, si se pueden generar comportamientos planificados de
la sociedad, no es nada raro entender ahora porqué las nuevas leyes de los
Estados más poderosos dediquen gran cantidad de su presupuesto a la Industria y
al control del Internet, algunos viéndolo como una plataforma de guerra, otros
como mecanismo de control, como modernización, como conexión, en fin, como posibilidad o metafóricamente hablando, como el nuevo
continente en el cual se puede emprender una nueva empresa colonizadora.Lo anterior se trae a colación como un breve contexto para comprender
lo que se ha denominado la guerra del internet.
WikiLeaks y los traficantes
de la información.
El escándalo generado por los cables de WikiLeaks en los que se
publican 250.000 documentos clasificados de inteligencia de diferentes
gobiernos del mundo en el internet nos ha dejado varias inquietudes. No
entraremos a polemizar los propósitos de WikiLeaks o de su representante Julián Assange con tales revelaciones, pero lo que viene pasando con su
supuesto contenido viene agregándole más tensión al hoy inestable orden
mundial.
- Existe una gran distancia entre los cables y la información difundida por los grandes medios corporativos. Después de haber sido bloqueado el sitio web oficial de WikiLeaks, Assange decide “entregar” la exclusiva a grandes medios noticiosos como El País de España, el New York Times, Le Monde de París, The Guardian británico y la revista alemana Der Spiegel, publicaciones insertas en poderosos intereses mediáticos globales, controlados por las grandes elites transnacionales y ahora convertidos en intermediarios exclusivos de los documentos clasificados a donde todas las demás agencias noticiosas deben recurrir para conocer su contenido. “Las versiones redactadas son aceptadas por el público porque llevan el sello de "fuente confiable", cuando en realidad lo que aparece en las páginas de los periódicos principales y los canales de televisión es una cuidadosa manipulación y distorsión de la verdad” asegura el periodista canadiense Michel Chossudovsky.
- Existe una gran distancia entre los cables y la información difundida por los grandes medios corporativos. Después de haber sido bloqueado el sitio web oficial de WikiLeaks, Assange decide “entregar” la exclusiva a grandes medios noticiosos como El País de España, el New York Times, Le Monde de París, The Guardian británico y la revista alemana Der Spiegel, publicaciones insertas en poderosos intereses mediáticos globales, controlados por las grandes elites transnacionales y ahora convertidos en intermediarios exclusivos de los documentos clasificados a donde todas las demás agencias noticiosas deben recurrir para conocer su contenido. “Las versiones redactadas son aceptadas por el público porque llevan el sello de "fuente confiable", cuando en realidad lo que aparece en las páginas de los periódicos principales y los canales de televisión es una cuidadosa manipulación y distorsión de la verdad” asegura el periodista canadiense Michel Chossudovsky.
-Si bien los cables contienen información de numerosos crímenes de
guerra perpetrados por los Estados Unidos, la información referente a otros
Estados como Irán, Venezuela, Cuba, China, Rusia, Corea del Norte, Bolivia,
etc., parece seguir la misma imagen difundida por los medios corporativos
controlados por el pentágono y guiados por la noción de terror y terrorista. Y
aunque ya se han demostrado la falsedad en algunas de las supuestas
revelaciones “el uso y la interpretación que hacen los medios corporativos de
los cables de WikiLeaks sirven para perpetuar los mitos” (Chossudovsky)
construidos en la guerra global contra el terrorismo y aumentando la tensión
entre los Estados agredidos. Por ejemplo el programa nuclear iraní y sus
relaciones con otros Estados “apologetas del terrorismo”.
-¿Disidencia manufacturada? “WikiLeaks tiene las características de un
proceso de disidencia manufacturada. Busca exponer mentiras gubernamentales (…)
Pero una vez que el proyecto ha sido vertido en el molde del periodismo
corporativo, es usado como un instrumento de desinformación” (Chossudovsky). El
periodista que estamos citando, en sus artículos y publicaciones se ha
encargado de reflexionar la relación entre los grandes medios corporativos, la
elites financieras, los traficantes de la información y las agencias de
inteligencia de algunos Estados. Julián Assange parece estar inserto en dichas
relaciones lo cual nos haría pensar que detrás de WikiLeaks se esconden oscuros
intereses ya que las principales denuncias responden al tema de la Guerra.
¿Sera que se quiere generar una especie de desinformación para la guerra?
¿Debemos creer en la nueva transparencia de los intermediarios exclusivos de la
información como lo son El País de España y el New York Times?
Más que buscar
pruebas para afirmar que los Estados son criminales el proyecto WikiLeaks nos
deja claro algo: que se está buscando por todos los medios posibles darle
veracidad al periodismo corporativo que no es otra cosa más que la voz de los
poderosos y dueños del mundo.
Para mayor información véase:
www.rebelion.org/noticia.php?id=118917,
www.rebelion.org/noticia.php?id=119236,
www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=22389,
Michel Chossudovsky, "Manufacturing Dissent": the
Anti-globalization Movement is Funded by the Corporate Elites, septiembre 2010.
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