Se cumple un nuevo aniversario de la ejecución de
Sacco y Vanzetti. Un crimen de Estado perpetrado para disciplinar a los
insumisos contra el sistema del capital mercancía.
“Comprendí que el hombre nunca es demasiado modesto respecto de sí mismo,
y que existe una pizca de sabiduría en la tolerancia. Quise un techo para
cada familia, un pan para cada boca, una educación para cada corazón, la luz
para toda inteligencia.” Estas palabras corresponden a una de las últimas
cartas escritas desde la prisión por Bartolomeo Vanzetti, protagonista
involuntario junto a su amigo y compañero Nicolás Sacco, de uno de los más
oprobiosos procesos judiciales del siglo XX.
En efecto, durante la década del ´20 Estados Unidos de Norteamérica, fue
escenario de una persecución sistemática a los militantes obreros, por sobre
todo inmigrantes y mucho más los de tendencia anarquista.
Sacco y Vanzetti, fueron apresados por la policía en 1920, acusados de cometer
un asalto seguido de muerte. Hecho que las fuerzas estatales no pudieron
esclarecer jamás y que atribuyeron a los dos trabajadores ácratas.
Un largo y vergonzoso proceso judicial fue llevado adelante por
funcionarios venales, que solo buscaban inculpar a dos luchadores
sociales que se oponían a la explotación, al crimen de las guerras.
Bartolomeo Vanzetti, había nacido en Villafalletto, al norte de Italia y emigró
en busca de mejores perspectivas laborales, recorrió Estados Unidos realizando
múltiples tareas, participó activamente de la organización del movimiento
obrero de ese país, vinculado a la IWW. Luego de la huelga de las acerías en
Pittsburg, se convirtió en vendedor ambulante de anguilas. Nicolás Sacco, era
de la zona meridional de Italia (la Puglia) y trabajaba en una fábrica de
zapatos, rehusó participar en la Primera Guerra Mundial, haciendo campaña
contra la barbarie belicista.
El 23 de agosto de 1927, los dos obreros anarquistas fueron ejecutados en la
silla eléctrica, a pesar de las masivas marchas que en todo el mundo pidieron
por su vida y su libertad durante siete años.
Aquellas palabras de Vanzetti en su última carta aun resuenan y continuamos
bregando porque cada boca tenga su pan, cada familia un techo y cada
inteligencia la luz de la razón.
Sacco y Vanzetti siguen siendo símbolos de resistencia y ejemplo de lucha,
solidaridad humana y dignidad.
FUENTE: http://periodicoellibertario.blogspot.com/2014/08/23-de-agosto-sacco-y-vanzetti-memoria.html
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