Existen muchas representaciones distintas de Exarcheia según
de donde venga el retrato: periodismo, televisión, blogs. Todas ellas son meras
representaciones, lo escrito no es falso ni es verdadero. Crónicas exageradas,
oraciones sin asidero en la realidad, exotismo. En la derechista Atenas el
districto de Exarcheia es considerado un pedazo del infierno, del cual es mejor
mantenerse alejado, mientras que el resto de Grecia y los medios
internacionales describen al área como una zona fuera de la ley, una tierra de
nadie “tomada por encapuchados anarquistas”, un lugar donde ni siquiera la
policía se anima a entrar. Es un lugar que da miedo. Según estos reportes
ingenuos la policía ni siquiera se anima a multar a la gente por miedo a ser
asesinados.
Por el otro lado existen reportes que hablan de una lugar
idílico, un ejemplo de experiencia anarquista, progresista y humanista lista
para ser exportada al mundo. Exarcheia ofrece todo esto – casas tomadas, cafés
turísticos, almacenes, cafés burgueses de la Belle Epoque, murales y
vagabundos, inmigrantes, empleados, estudiantes, punks. El barrio es mayormente
residencial, con restoranes y librerías, estudios de diseño gráfico, disquerías
y tiendas que venden cómics. Si uno habla de clases, podria decirse que en
Exaerchia no vive tanto la clase trabajadora, sino la clase media de
Atenas.
Fundado a finales del siglo diecinueve, Exaerchia se ha
convertido en un lugar de referencia para la izquierda radical y progresista,
especialmente después de 1973, cuando en la noche del 17 de noviembre de ese
año tres tanques AMX 30 atravesaron las puertas de la Universidad Politécnica,
por órden del Coronel Papadopoulous, matando estudiantes, trabajadores y
ciudadanos que habían tomado la universidad protestando contra la junta militar
que gobernó el país entre 1967 y 1974. El origen de muchos movimientos
anarquistas, anti-autoritarios y anti-militaristas contemporaneos se puede
rastrear en esas luchas.
Las marchas conmemorativas, los choques con la policía y los
mártires de la violencia represiva han producido una fuerte memoria colectiva
en el barrio, que se apoya principlamente en dos víctimas muy jóvenes de la
violencia estatal. En 1985 Michalis Kaltezas murió durante una protesta.
Kaltezas, de quince años, no pudo correr más rápido que las balas del oficial Melistas.
En el invierno de 2008, otro adolescente, Alexis Grigoropoulos, fue asesinado a
tiros por el agente especial Korkoneas.
(Seguir leyendo): http://www.labingofuel.com.ar/el-gato-y-el-raton-en-atenas/
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