Desde hace algunos años se escucha hablar en diferentes espacios comunitarios
de la ciudad, sobre el Cinturón Verde Metropolitano. De a pocos, las
comunidades que han contado con la posibilidad de encontrarse sin mayores
inconvenientes o amenazas, han recogido información enterándose de por menores
que el proyecto trae consigo, entre ellos, la posibilidad de volver a ser
desplazados como ya ha sucedido en múltiples ocasiones.
Por estos días la institucionalidad está dando muestras de
los procedimientos establecidos para la negociación con la comunidad. En el
extremo oriental del proyecto vial Puente Madre Laura, en la parte baja de la
comuna cuatro – Aranjuez, una serie de familias que no han consensuado con la
administración su salida del barrio, fueron sorprendidos por la entidad
representante del proyecto acompañada por el escuadrón antimotines con órdenes
de desalojo.
Ésta es solo una muestra de las estrategias de los abusos
contra la población que los actores intelectuales han contemplado y
materializan para dejar a la gente a su merced. Que los proyectos avancen por
donde se vaya dando cabida cosa que al término, ya con el avance encima, la
gente tenga que irse quiera o no quiera.
Lo vemos entonces en algunos barrios periféricos, donde el
cinturón verde sigue avanzando, pese a la organización demostrada y decidida
como en la comuna 8, donde la comunidad convocó a una consulta popular dejando
en las urnas un determinante SI por las propuestas de la comunidad recogidas en
el de Mejoramiento Integral del Barrio (MIB) al cual la administración
municipal sigue haciéndose de la oreja mocha.
En la administración de las camionetas, las fotos y los
refrigerios, los intereses de las constructoras van tomando forma recogiendo
firmas en dichos espacios, aduciendo estar realizando la socialización del
proyecto, sin que la comunidad en general, muchas veces la más afectada, se
entere siquiera. Y así, sin llegar a acuerdos, mientras jóvenes, hombres y
mujeres subcontratados, llegan a poner la cara en las comunas, vamos viendo
cómo en los barrios aledaños se van adelantando parte de las reformas, dejando
otros en medio de las construcciones. Ya hemos visto como se acorrala el ratón.
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