Hace 50 años, tuvieron lugar en Colombia intensas jornadas
por el alza general de salarios que incluyeron huelgas en diferentes ciudades.
En Bogotá fueron asesinadas varias personas, entre ellas un primo de Alfonso
López Michelsen. Preludio de la masacre obrera de Santa Bárbara.
Enero comenzó a caldearse muy pronto. Pocos, muy pocos días
después de los festejo de año nuevo, todo el movimiento sindical comenzó una
frenética actividad contra la carestía de la vida y por alza general de
salarios.
El país vivía el desenfreno de una devaluación que golpeaba sin piedad la
canasta familiar cuando aun no completaba seis meses el segundo gobierno del Frente
Nacional, que le correspondió por la alternación, al conservador Guillermo León
Valencia.
De manera que los llamados a la movilización nacional de las centrales CTC y
UTC, sumados a los sectores independientes de los trabajadores, aglutinados en
el CUASS Comité de Unidad de Acción y Solidaridad Sindical, que reunía
numerosas organizaciones expulsadas de la CTC, pronto recibieron respuesta de
la población.
Las exigencias obreras
Los trabajadores exigían un alza salarial de 250 pesos para los sueldos de 300
pesos, que era el mínimo, mientras el gobierno y los sectores oficialistas del
Congreso, donde se debatía el proyecto de ley que incrementaría las mesadas, no
se movían de los 150 pesos.
Todas las confederaciones regionales de los trabajadores acordaron impulsar
manifestaciones en las capitales para el 18 de enero. En algunos departamentos,
incluso, se convocaron paros laborales previos que tuvieron especial efecto en
el Valle y también como medida de protesta por el alza en las tarifas de los buses.
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