La investigación por la muerte de un estudiante en las
protestas del año 2005 daría un giro total, luego del testimonio de un miembro
del Esmad que asegura que sí fue un arma no convencional de la Policía la que
lo mató.
La investigación por la muerte del estudiante Nicolás Neira
durante los disturbios del día internacional del trabajo del primero de mayo de
2005, podría tomar nuevo rumbo por la declaración del patrullero de la Policía
Héctor Cubides, quien para la fecha pertenecía al Escuadrón Antidisturbios
–Esmad- y fue testigo directo de lo que le ocurrió al joven de 15 años.
Durante la investigación se ha dicho que Neira murió por los
golpes que recibió durante los enfrentamientos entre manifestantes y la
Policía.
Sin embargo, Héctor Cubides le dijo a Noticias Uno que Nicolás Neira murió por
el disparo de un balín o recalzada que hizo un compañero suyo.
Cubides declaró ante la Fiscalía 53 de Derechos Humanos que
recibieron la orden de decir que Nicolás Neira murió al golpearse contra un
andén.
El patrullero también declaró ante la Fiscalía 100 en la
muerte de Oscar Salas otro joven que murió por el disparo de una “recalzada” en
el 2006 durante una protesta de la Universidad Nacional. El patrullero explicó
que “las recalzadas” son las cápsulas que quedan cuando se disparan los gases
lacrimógenos y que luego son rellenadas con pólvora, bolones, chaquiras y
canicas.
La Policía Nacional a través de su asesor de prensa dijo que
es respetuosa d de las investigaciones.
“Frente a la causa judicial que se sigue en la Fiscalía
General por la muerte del joven Nicolás Neira, ocurrida el 1 de mayo de 2005, y
los testimonios o pruebas contenidos en la investigación, la Policía Nacional
es respetuosa y colabora en todas las instancias correspondientes, para que se
garantice la transparencia y normal curso del proceso”.
El Patrullero Héctor Cubides dijo que en varias
oportunidades ha sido amenazado y que teme por su vida y la de su familia.
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