“La anarquía no muere en boca, prevalece en manos activas” –
Mauricio Morales Duarte.
Estas líneas están dedicadas a todas esas personas que a lo
largo de la historia de la humanidad han transitado por los caminos de la
libertad y la solidaridad, construyendo la anarquía en claro antagonismo hacia
la autoridad.
Hoy, y para sorpresa de muchas -entre
cultores-apologetas de la civilización, criminales de guerra, perdón,
neoliberales, posmodernos, políticos narcoparafascisconservadores,
marxistas-leninistas-estalinistas-maoístas (en fin todos los istas habidos y
por haber), socialdemócratas, abanderados de la razón y portadores/as de la
verdad revelada- sostenemos, insistimos y les mostramos que la anarquía
funciona, que son miles de ejemplos de prácticas anárquicas y/o
antiautoritarias las que se han extendido a través de la historia, tal como lo
muestra el interesante libro del norteamericano Peter Gelderloos, del cual me
baso para redactar estas breves líneas.
Es común escuchar entre la gente la supuesta naturaleza del
egoísmo, de la competitividad y de hasta el mismo patriarcado, basándose, claro
está, en la impuesta historia occidental, es decir en la historia de las y los
vencedores, aquellas propiciadoras del despojo y la usurpación. Pero esto no es
así y los hechos nos lo demuestran, sin la cooperación, la ayuda mutua y la
solidaridad difícilmente estaríamos por estos lares, estos últimos principios
fundamentales para la consecución de una existencia plena en total armonía/conflicto
con el entorno. Lo que lleva consigo la negación rotunda del capitalismo que
impulsa el darwinismo social más descarado o lo que en términos más coloquiales
se conoce como: “la ley del más fuerte” y que desencadena la fractura
del tejido social-comunal. Cabe resaltar de este modo ejemplos prácticos de la
puesta en práctica de la cooperación, la ayuda mutua y la autogestión: Los
Mbuti o los Semai: sus experiencias con las economías de regalo/intercambio y
sus formas organizacionales sin gobierno, que demuestran que esa tal naturaleza
de la que tanto alardean algunos/as no existe y que en cambio practicas
antiautoritarias han estado presentes motivando la constante transformación de
las relaciones sociales. Cabe resaltar también el importante papel que han
jugado las sociedades que prescinden del patriarcado en su forma organizativa y
constituyen vivos ejemplos de equidad de sexos/igualdad de género como en el
caso de los Haudennosaunne del este de Norteamérica y su sociedad igualitaria
matri-lineal.
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