Texto de la colectividad anarquista Vogliamo tutto e per
tutti, titulado “Contra las ilusiones falsas electorales, ninguna
participación, ninguna complicidad”, sobre la coyuntura actual y las próximas elecciones generales.
Estamos en un momento crítico en la evolución de la crisis capitalista.
Parece que las fuerzas políticas tradicionales que hasta hoy han sido los
gestores políticos del capitalismo griego (los partidos Pasok y Nueva
Democracia) han llegado a su límite. Parece que sus posibilidades (represión,
terrorismo, manipulación de las masas y trucos comunicativos) están agotándose,
y ahora es más visible que nunca la necesidad de una gestión alternativa para
una parte del Sistema.
Todo esto sucede a medida que el capitalismo europeo se está
reestructurando y completando, concentrándose cada vez más el poder político y
económico en las instituciones de la Unión Europea y los grandes patrones de su
núcleo duro, los cuales son los que, abiertamente ya, determinan las políticas
económicas de los Estados miembros, con los gobiernos locales actuando como
unos perros dóciles de sus amos, a fin de procurarse su máxima permanencia en
el Poder. Ya, de acuerdo con el mecanismo europeo de chantaje, el presupuesto del
Estado griego a partir de 2015 será confirmado formalmente por el Parlamento
Europeo, mientras que la confirmación oficial y cualquier modificación suya
serán realizadas en Bruselas por un asesor fiscal independiente.
En el contexto del inminente y necesario para el Régimen
cambio sistémico queremos señalar la estafa emergente del partido izquierdista
Syriza, y de los demás partidos socialdemócratas, de centro-izquierda o
“progresistas”. El Syriza tiene una posición central en la chusma de la
centro-izquierda, ya que es el partido que habiendo recogido los restos
políticos del Pasok espera establecer la nueva socialdemocracia y hacer
reavivar la fe en los mecanismos de la Unión Europea y del capitalismo en
general. El Syriza, pues, desde laselecciones de
2012 no ha dejado de dar credenciales de fidelidad al régimen burgués, local e
internacional, y de despojarse de cualquier elemento radical hubiera adoptado
tan sólo en su retórica.
Las pruebas son innumerables: Íntimas amistades con los
industriales, charlas amistosas con jefes de Estado, credenciales dados a
maderos y militares, redondeo continuo de sus posiciones para cumplir con las
formaciones políticas supraestatales europeas e internacionales fieles al
Capital, transformación de la retórica de las rupturas unilaterales en retórica
de la conciliación y del realismo, así como varias técnicas de engaño de la
mayoría de la sociedad. Este cambio político ha tocado techo después de las elecciones
europeas, las cuales ganó este partido, y por lo tanto se continuó con más
claridad el proceso de su aceptación por parte de la patronal, y de su
adaptación a sus necesidades. Ya las declaraciones del Syriza se limitan a los
lemas sobre una negociación dura (sobre las condiciones del memorándum) que
usaba el actual primer ministro derechista en las elecciones de 2012. Son unos
lemas completamente engañosos y carentes de sustancia, ya que al mismo tiempo
de emplearlos es elogiada la Unión Europea y la zona del euro, como mecanismos
de estabilidad y prosperidad. Un ejemplo muy ilustrativo es la reciente visita
de ejecutivos de alto rango del Syriza (Miliós, Dragasakis) a Londres para
realizar conversaciones directas con los representantes del sistema financiero,
es decir, con aquellas personas que en colaboración con su personal político
burgués, conducen a la indigencia a la mayoría de la sociedad, imponiendo las
leyes del mercado libre. La implementación de estas planificaciones por parte
del futuro gobierno de la Izquierda tiene que darse por hecha.
La gran mayoría de la sociedad explotada no tiene nada que
esperar de los gestores del capitalismo, que van cogidos de la mano con los
explotadores más atroces de la clase obrera, sobre todo en la coyuntura tan
crucial de la crisis capitalista. Se están beneficiando de la desesperación de
los económicamente empobrecidos para cosechar ganancias políticas. Estos
estafadores políticos sólo están interesados en llenarse el bolsillo y ocupar
los puestos ministeriales. Y no nos referimos sólo a los políticos del Syriza,
sino a todos los socialdemócratas que van sembrando falsas esperanzas e
ilusiones sobre la humanización y la gestión más justa del capitalismo. Nos
referimos a cualquier tipo de reformistas de la Izquierda que hacen que no han
entendido qué significa la mejora del capitalismo en los últimos 100 años. Lo
lamentable es que, si una gran parte de la sociedad es plenamente consciente
del fraude (estafa) que quiere hacer este espacio político, al mismo tiempo se
siente atrapada e incapaz de realizar cualquier acción política autónoma
anticapitalista y anti-institucional. Y eso porque se ha nutrido de manera
sistemática de la lógica de la delegación, de la renuncia de la toma de las
decisiones políticas, y de la concesión de sus esperanzas a los profesionales
que predican “cambios” y “derrocamientos”. Se ha nutrido de la mayor estafa
política: La de las elecciones.
Con las elecciones y los guiones sobre ellas constituyendo
cotidianidad, no podemos de volver a señalar la tendencia autodestructiva que
conlleva la participación de los explotados en el proceso electoral.
Especialmente en esta coyuntura crítica en términos de desarrollo político y
económico tanto en Grecia como en la Unión Europea, con el totalitarismo
económico y el Estado policial extendiéndose, la concesión de las esperanzas a
los que aspiran a ser los gestores alternativos de la integración capitalista
alternativa ofrece una coartada para la continuación de la expansión de la
barbarie capitalista y estatal que se ha desatado con el pretexto de la crisis
capitalista.
El único adecuado y capaz de gestionar sus necesidades es el
propio trabajador, el desempleado, el explotado. Ningún grupo burocrático y
jerárquico sediento de Poder va a asegurar los intereses de la mayoría de la
sociedad, ya sea “conservador” y reaccionario o “progresista”. La
auto-organización y autogestión de la sociedad pueden y deben deconstruir el
prestigio de las instituciones estatales y financieras, siempre que la sociedad
quiera vivir sin el yugo de todo tipo de gobernantes y patrones políticos y
económicos.
Huelga electoral contra el totalitarismo moderno. Lucha por
un mundo de igualdad, solidaridad y libertad, por la anarquía y el comunismo.
Colectividad
anarquista Vogliamo tutto e per tutti, en el barrio de Nea Smirni y las
zonas aledañas
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