jueves, 22 de enero de 2015

Aumento salarial del 2015, primer detonante del conflicto laboral

El inicio del año puso en vigencia el nuevo Salario Mínimo Legal Vigente -SMLV- en Colombia. Al igual que todos los años los emisarios del Gobierno, empresarios y centrales obreras se reunieron en diciembre para negociar el aumento salarial del año venidero. Con esa misma tradición de nunca ponerse de acuerdo, el dicho porcentaje de aumento fue impuesto por un decreto gubernamental, generando el inconformismo y rechazo del mundo obrero.

Para el 2015 el aumento del SMLV es del 4,6%, lo que traducido en plata es el equivalente a 28.350 pesos mensuales o lo que es igual 945 pesos diarios. Esta cifra no representa ni la mitad de lo que las centrales obreras como la Central Unitaria de Trabajadores -CUT- exigían dentro de la negociación con el gobierno. Por ello la reacción inmediata fue la de rechazar el aumento y convocar a todos sus afiliados a posibles jornadas de movilización.

En un comunicado firmado por el presidente y el secretario de la central plantean que “la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia -CUT- sigue considerando que el salario mínimo es de simple sobrevivencia y que debería existir una política salarial que realmente recupere el poder adquisitivo de los trabajadores, por la vía de aumentos significativos en sus ingresos, los cuales han venido perdiendo participación en el Producto Interno Bruto en Colombia, a favor del capital, lo que ha configurado la situación profunda de desigualdad en que vive el país”.

Así las cosas, el panorama en este campo laboral inicia el 2015 con síntomas de malestar y agudización de los problemas para los millones de trabajadores en el país, ya que este descontento esta agravado por el alto costo de la vida y de la pauperización del empleo, este último representado las múltiples modalidades de contratación que impiden ejercicios como la libre asociación sindical y posibilitan que los patronos no tengan que correr con las garantías pensionales, subsidiarias, ni de salud, ni de cesantías entre otras, delegando estos gastos en el trabajador mismo.

Por ello los 644.350 pesos que constituyen el nuevo salario mínimo, abren desde ya el marco de acción conflictivo en materia laboral a desarrollar a lo largo del año que ya corre. La CUT llamó a los trabajadores a la “protesta social”, por lo que para ellos es una “incoherencia entre la situación de los empresarios y la pobreza del país”.

En su comunicado la CUT “lamenta la mezquina posición de los empresarios que no permiten mayores ingresos para los trabajadores, además de no querer pagar impuestos, lo que aunado a la política del Gobierno, desconoce el papel de los trabajadores en el crecimiento y el desarrollo económico”.

Según esta central obrera, el anuncio se debe al “fracaso y poco interés por promover la concertación de un salario digno que en verdad contribuya a recuperar el poder adquisitivo para la canasta familiar que se perdió hace varios años”. Así las cosas, el 2015 inicia y avizora un año provisto de agitación sindical y obrera, donde el primer detonante fue el considerado pírrico aumento salarial.



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