El inicio del año puso en vigencia el nuevo Salario Mínimo
Legal Vigente -SMLV- en Colombia. Al igual que todos los años los emisarios del
Gobierno, empresarios y centrales obreras se reunieron en diciembre para
negociar el aumento salarial del año venidero. Con esa misma tradición de nunca
ponerse de acuerdo, el dicho porcentaje de aumento fue impuesto por un decreto
gubernamental, generando el inconformismo y rechazo del mundo obrero.
Para el 2015 el aumento del SMLV es del 4,6%, lo que
traducido en plata es el equivalente a 28.350 pesos mensuales o lo que es igual
945 pesos diarios. Esta cifra no representa ni la mitad de lo que las centrales
obreras como la Central Unitaria de Trabajadores -CUT- exigían dentro de la
negociación con el gobierno. Por ello la reacción inmediata fue la de rechazar
el aumento y convocar a todos sus afiliados a posibles jornadas de
movilización.
En un comunicado firmado por el presidente y el secretario
de la central plantean que “la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia
-CUT- sigue considerando que el salario mínimo es de simple sobrevivencia y que
debería existir una política salarial que realmente recupere el poder
adquisitivo de los trabajadores, por la vía de aumentos significativos en sus
ingresos, los cuales han venido perdiendo participación en el Producto Interno
Bruto en Colombia, a favor del capital, lo que ha configurado la situación
profunda de desigualdad en que vive el país”.
Así las cosas, el panorama en este campo laboral inicia el
2015 con síntomas de malestar y agudización de los problemas para los millones
de trabajadores en el país, ya que este descontento esta agravado por el alto
costo de la vida y de la pauperización del empleo, este último representado las
múltiples modalidades de contratación que impiden ejercicios como la libre
asociación sindical y posibilitan que los patronos no tengan que correr con las
garantías pensionales, subsidiarias, ni de salud, ni de cesantías entre otras,
delegando estos gastos en el trabajador mismo.
Por ello los 644.350 pesos que constituyen el nuevo salario
mínimo, abren desde ya el marco de acción conflictivo en materia laboral a
desarrollar a lo largo del año que ya corre. La CUT llamó a los trabajadores a
la “protesta social”, por lo que para ellos es una “incoherencia entre la
situación de los empresarios y la pobreza del país”.
En su comunicado la CUT “lamenta la mezquina posición de los
empresarios que no permiten mayores ingresos para los trabajadores, además de
no querer pagar impuestos, lo que aunado a la política del Gobierno, desconoce
el papel de los trabajadores en el crecimiento y el desarrollo económico”.
Según esta central obrera, el anuncio se debe al “fracaso y
poco interés por promover la concertación de un salario digno que en verdad
contribuya a recuperar el poder adquisitivo para la canasta familiar que se
perdió hace varios años”. Así las cosas, el 2015 inicia y avizora un año
provisto de agitación sindical y obrera, donde el primer detonante fue el
considerado pírrico aumento salarial.
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