martes, 15 de julio de 2014

Sionismo, genocidio y espectáculo: Las mentiras de los medios limpian la sangre en Gaza.

Una vez más, el sionismo bastardo lanza un ataque contra la población civil en la Franja de Gaza. El genocidio continúa, mientras los medios de comunicación orquestan la matanza y limpian la impecable imagen de Netanyahu y sus mercenarios.
Titulares como “Israel y Hamás intercambian cohetes en plena escalada militar(periódico El País), “Hamás señala a todos los israelíes como objetivo” (periódico La Vanguardia) o “Pánico en Israel por los 10.000 cohetes de Hamás” (periódico La Razón), legitiman un genocidio encubierto, disfrazado de guerra. Si atendemos a una definición básica de”Guerra”, lo que encontramos según la tan laureada Real Academia Española de la lengua, es lo siguiente:
Guerra.

(Del germ. *werra, pelea, discordia; cf. a. al. ant. wërra, neerl. medio warre).

1. f. Desavenencia y rompimiento de la paz entre dos o más potencias.
2. f. Lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación.
3. f. Pugna (entre personas).
4. f. Lucha o combate, aunque sea en sentido moral.
5. f. Oposición de una cosa con otra.


Teniendo en cuenta ésto, podríamos, efectivamente, hablar de una guerra. Sin embargo, ¿cuál es el número de víctimas israelíes en los últimos días? Muy simple, cero, frente a las varias decenas de víctimas palestinas, todas ellas civiles, incluyendo niños y ancianos, provocadas por los bombardeos sionistas en Gaza. Entonces, ¿en qué clase de guerra se da un abuso semejante?, ¿podemos calificar de acciones de guerra la resistencia legítima del pueblo palestino frente a un elemento que no contento con colonizar su territorio y confinar a su población en un gueto gigantesco, bombardea noche tras noche sus ciudades, masacrando y volando en pedazos a montones de personas inocentes, mientras los medios de comunicación burgueses, altavoces de la oligarquía económica súbdita de Israel y sus intereses, califican de “terroristas” a las víctimas?

Analicemos un hecho concreto de la historia contemporánea que, si bien para muchxs pasó desapercibido, creo que conviene ser rescatado del olvido para esta ocasión:
Dentro del horror que supuso el campo de exterminio de Auschwitz II – Birkenau, en la Polonia ocupada por los nazis durante la 2ª Guerra Mundial, las administraciones del campo crearon brigadas de prisionerxs judíxs que denominaron SonderKommandos(Comandos Especiales) y cuyo objetivo era tranquilizar a lxs recién llegadxs, y especialmente a aquellxs condenadxs a la cámara de gas, convencerles de que no les pasaría nada, conducirles a la muerte y, una vez completado el proceso, procesar los cadáveres y recoger y clasificar las posesiones que traían consigo, recogiendo todo aquello de valor o utilidad para la industria nazi (pelo, dientes de oro, joyas, ropa etc…). Finalmente, se encargaban de quemar los cuerpos en los crematorios. A cambio de tan despreciable labor, consistente en traicionar a su propia gente llevándoles a una muerte segura y desposeyéndoles una vez asesinadxs de lo poco que les quedaba, lxs nazis les proporcionaban alojamientos especiales, comida abundante y otros privilegios. No obstante, cada 4 meses, aproximadamente, lxs nazis “reciclaban” estas brigadas, pues no podían permitir que alguien que había presenciado el funcionamiento de toda su maquinaria asesina pudiese llegar a salir con vida de allí.



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