martes, 1 de julio de 2014

BOGOTÁ: POR LA RUPTURA, LA LIBERTAD Y LA ANARQUÍA

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Hemos querido aprovechar uno de los eventos más significativos en el proceso histórico del anarquismo y en general, de los acontecimientos revolucionarios. El nacimiento de Miguel Bakunin y su respectiva militancia en el campo ácrata ha configurado no solo su importancia política y su enorme contribución teórica, ideológica y práctica a este movimiento. En efecto, es innegable el papel de Bakunin en la difusión del pensamiento anarquista a nivel mundial y los esfuerzos para la constitución de grupos y organizaciones a lo largo de la segunda mitad  del siglo XIX en toda Europa.

Tras la conmemoración de su nacimiento, hemos optado por concretar una acción  propagandística, pero a su vez, como un resultado de diferentes análisis, reflexiones, críticas y debates, sostenidos entre algunas personas afines al anarquismo en Bogotá.
Desde esta perspectiva, esta acción por sí sola no refleja ninguna certeza ni verdad sobre el accionar anarquista; al contrario, creemos que evidencia un proceso de problematización anclado en diferentes factores que han impedido la consolidación del anarquismo como propuesta política real y concreta en nuestro contexto.

Algunas de estas problemáticas son referidas a los procesos de cualificación política que imposibilitan el sostenimiento ideológico de la propuestaanarquista en escenarios reales, el voluntarismo individual como factor inoperante en las acciones de grupos y colectivos que deforman las percepciones de la autonomía o la libertad personal, reflejando dificultades para asumir compromisos y responsabilidades. Ciertamente, en conexión con lo anterior, el crecimiento de formas grupales o de asociación que carecen de desenvolvimiento anárquico, y expresan relaciones de verticalismo y paternalismo, creyendo que el inconveniente es netamente cuantitativo (número de militantes o adherentes) o de concreción y número de actividades llamadas libertarias, convirtiéndose en formas partidistas, algunas de ellas, cayendo en campos políticos contrarios al anarquismo.

Llama la atención en estas problemáticas el hecho mismo de las tendencias crecientes sobre el individualismo anárquico, que en términos reales tienen más conjunción y afinidad con tendencias como el liberalismo y que muchos de ellos, buscan protección bajos guetos contraculturales o básicamente en espacios musicales, donde se exponen formas políticas por fuera de las propuestas sociales revolucionarias, tan fuertemente construidas en los proyectos de Bakunin o Kropotkin. Vemos como en algunos espacios —como afirmaba Bookchin— el anarquismo “pasará a formar parte del vocabulario burgués chic del siglo XXI: travieso, rebelde, despreocupado, pero deliciosamente inofensivo”.

Atendiendo a lo anterior, hemos querido como grupo anarquista seguir problematizando nuestros propios quehaceres políticos, que no solo finalizan en lo endógeno, sino que en lo exógeno se dificultan aún más, pues los anarquistas hemos sido miopes en las lecturas coyunturales y estructurales de nuestro entorno, siempre hablando y juzgando desde la panacea ideológica, lugar cómodo, inactivo y poco propositivo.

En este sentido, optamos por no firmar este comunicado, con el fin no solo de que nuestras acciones permanezcan en el anonimato, sino también por el hecho de evitar siglas y nombres vacíos de contenido y las respectivas tipificaciones dentro de algunos grupos.

Para finalizar, resaltamos esta pequeña acción como un simbolismo —una excusa tal vez— para profundizar en discusiones que posibiliten crear formas de acción política de carácter anarquista en nuestro contexto social, y efectivamente, seguiremos realizando acciones, discusiones, polémicas y problematizaciones que contribuyan en el ejercicio crítico de nuestra postura, de nuestra ideología, forjando caminos de ruptura, creando infinitos de libertad.





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