La Comuna Trece de Medellín ha sido escenario de múltiples conflictos, luchas y resistencias que nos hablan no sólo de la vida en esta localidad, sino de la realidad nacional donde la comunitariedad, la cultura y la memoria se debaten e imponen en medio de la guerra, promovida por todos los actores del conflicto armado.
En el año 2002 se desarrollaron cerca de cinco grandes operativos militares que concluyeron con la nombrada "Operación Orión" en octubre de ese año. Desde la fecha el gobierno nacional, departamental y local pretendieron posicionar la comuna como un "exitoso laboratorio de paz", desconociendo que dichas acciones permitieron el control social, económico y militar del paramilitarismo, como lo han reconocidos los jefes paramilitares del bloque Cacique Nutibara.
Desde esa fecha sus pobladores han visto como cientos de niños, niñas, jóvenes, mujeres, adultos, líderes comunitarios, entre otros, han sido desaparecidos forzadamente, asesinados, desplazados, reclutados, confinados, amenazados, ante la mirada complaciente o cómplice de las propicias autoridades. Pero además la Comuna ha sido estigmatizada señalada, mostrando a su gente como seres violentos, criminales o pasivos ante la adversidad.
Lo que poco se publicita es la resistencia callada y pacífica que subyace en sus territorios. Jóvenes que desde el hip hop, el rap y el baile siguen haciendo una revolución sin muertos, mujeres que se reúnen y luchan para encontrar a sus seres queridos, líderes y lideresas que tratan de enfrentar los problemas de las comunidades desde la autonomía, víctimas que exigen verdad, justicia y reparación por los crímenes sufridos. La resistencia, la persistencia, la memoria histórica son los principios que siguen convocando a individuos y organizaciones en una constante lucha por la vida.
Pero se requiere aunar esfuerzos, juntarnos, apoyarnos, solidarizarnos para construir una historia diferente, colectiva, que reivindique la memoria, la dignidad, los derechos humanos, la justicia y la convivencia, por encima del control social, la militarización y la muerte. El 2012 son ya diez años de esa trágica operación militar, que no sólo dejó centenares de víctimas, sino que abrió el camino para la tragedia que hoy seguimos viviendo.
Por ello queremos hacer esta Campaña nombrada "Somos Comuna Trece: Donde la memoria y la vida es presente", como una forma de evidenciar la importancia de este territorio que, aunque lo recorre la muerte, está lleno de vida, de esperanza, de resistencia y de memoria. Una Campaña que pretende decirle al mundo que no estamos avergonzados de nuestra procedencia, que luchamos por la desmilitarización de nuestros territorios, que queremos el retorno de nuestros desaparecidos y desplazados, que exigimos la justicia, que somos luchadoras y luchadores por la vida.
Nos proponemos volver a las calles, recuperar el canto, el baile y la poesía. Nos proponemos que el mundo sepa que somos mucha más que violencia, buscamos el apoyo de la sociedad local, nacional e internacional, acompañando el proyecto de vida de los niños y niñas, de los jóvenes, de las mujeres, de los hombres. De todas y todos los que sueñan con un mundo en democracia e inclusión.
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