Milán registró hoy violentos enfrentamientos entre la
Policía y cientos de manifestantes que llevaban a cabo una marcha pacífica
contra la Exposición Universal, envuelta en una investigación por corrupción.
La Policía blindó la ciudad con más de 4.500 agentes. Hay diez detenidos y 11
heridos Cerca de una decena de manifestantes, todos ellos italianos, fueron […]
Milán registró hoy violentos enfrentamientos entre la Policía y cientos de manifestantes que llevaban a cabo una marcha pacífica contra la Exposición Universal, envuelta en una investigación por corrupción. La Policía blindó la ciudad con más de 4.500 agentes. Hay diez detenidos y 11 heridos. Cerca de una decena de manifestantes, todos ellos italianos, fueron trasladados por las fuerzas del orden a dependencias policiales .
La ciudad italiana, que desde este viernes acoge la
Exposición Universal, fue escenario desde primera hora de la tarde de una manifestación
bajo el lema “Expo: deuda, cemento y precariedad”, que transcurrió
pacíficamente.
Sin embargo, según fuentes de la policía, en la
cola de la manifestación se encontraban integradas varias decenas de activistas
que optaron por una forma de reivindicación violenta al estilo de la surgida a
finales de la década de 1980 y de ideología anticapitalista.
Los enfrentamientos entre manifestantes y Policía han
protagonizado la apertura de la Expo de Milán 2015 este viernes. Los
disturbios suponen un revés para el Gobierno de Matteo Renzi que esperaba que
la famosa feria ayudara a mejorar la imagen de Italia tras años de declive
económico.
La batalla ha dejado “una decena” de detenidos,
todos ellos italianos, según fuentes la Jefatura de Policía. Las
autoridades están valorando “la posición jurídica” de seis de los
arrestados, es decir, si se dan las condiciones para denunciarles. Las
fuentes señalaron además que 11 agentes resultaron heridos
leves. Entre los manifestantes al parecer no se registraron heridos.
La ciudad italiana fue escenario desde primera hora de la
tarde de una manifestación bajo el lema “Expo: deuda, cemento y
precariedad”, que transcurrió pacíficamente. Al llegar a la vía Carducci
se desataron los enfrentamientos con los antidisturbios que seguían de cerca la
protesta.
Densas nubes de humo de coches en llamas llenaron el centro
de Milán. Grupos de personas opuestas a la exposición, con sus rostros
cubiertos y con escudos y picos caseros, lanzaron piedras y cócteles
molotov a los policías antidisturbios que les respondieron con
cañones de agua a presión y gases lacrimógenos.
La confrontación, de poco más de una hora y media de
duración, tuvo lugar horas después de una pomposa ceremonia de apertura, en la
que el primer ministro Matteo Renzi inauguró la exhibición de cultura
y tecnología de seis meses de duración que en esta edición está enfocada en el
tema de la producción sostenible de alimentos.
Miles de policías habían sido desplegados para contrarrestar
la amenaza de violencia antes del evento, con el que Renzi contaba para
reforzar señales frágiles de recuperación económica tras años de estancamiento
y recesión. “Hoy es como si Italia estuviera abrazando al mundo”, sostuvo
durante la ceremonia de apertura. “Todos los expertos que decían ‘nunca lo
haremos’, esta es la respuesta para ustedes. Me gusta pensar que el mañana
comienza hoy”, añadió.
En cambio, el elegante centro de Milán se transformó en un
campo de batalla, con sirenas y explosiones periódicas de bombas cegadoras y de
ruido sonando junto a los gritos de los manifestantes. La Policía detuvo a
varias personas, que ocasionaron destrozos en escaparates, quemado coches
y provocado daños en la infraestructura pública, si bien no especificó el
número de arrestados.
Fueron los propios vecinos de los barrios afectados quienes
salieron a la calle para limpiar y reparar en la medida de lo posible los
cuantiosos desperfectos provocados. Las autoridades ya habían previsto
este tipo de disturbios por lo que el Ministerio del Interior decidió aumentar
el número de efectivos policiales en la ciudad, en la que actualmente
superan los 4.500 agentes.
La inauguración de la Expo ya estaba ensombrecida por una
investigación de corrupción por la quevarios altos funcionarios fueron
arrestados, además de excesos de costos y aplazamientos de construcción
que implicaron que grandes partes del complejo no estuvieran listas para el día
de apertura. La feria, que sigue a la Expo 2010 de Shanghái, también
movilizó desde activistas antiglobalización y ecologistas hasta estudiantes y
grupos opositores a la austeridad.
Mientras el caos se desataba en el centro, el recinto de la
Exposición Universal continuaba mostrando los145 pabellones de países de todo
el mundo que en los próximos seis meses abordarán el tema de la
alimentación. Las autoridades esperan la asistencia de unos 20 millones de
personas, la mitad de ellos extranjeros, y estiman ingresos por más de 10.000
millones de euros.
El Papa Francisco, que habló a través de una conexión
televisada en la ceremonia de apertura, se refirió a la ironía de que un
mega-espectáculo global que depende del patrocinio corporativo esté
dedicado al desarrollo sostenible y a alimentar a los pobres.
“En cierta forma, la Expo misma es parte de esta paradoja de
la abundancia, obedece a la cultura del derroche y no contribuye a un
modelo de desarrollo equitativo y sustentable”, sostuvo. Los verdaderos
protagonistas del evento deberían ser “los rostros de los hombres y mujeres que
están hambrientos, que se enferman e incluso mueren debido a una dieta
insuficiente o dañina”, añadió.
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