Una de las palabras, o más bien acciones tabú que
encontramos dentro del anarquismo, es lo referente a la organización. Siempre a
la hora de levantar alguna iniciativa editoral, un periódico o radio, o tal vez
una actividad, las y los compañeros confluyen hacia un mismo objetivo, ponen
todas sus energías para que aquello que se desea se logre y resulte exitoso.
Por otro lado, podemos ver a colectivos y grupos de afines a la idea ya
conformados, muchos de estos con años de lucha sobre el cuerpo, lo que muchas
veces provoca un mayor nivel en cuanto a lo teórico y práctico. Estos grupos,
como hemos visto este año en algunos puntos del planeta, se reunen en
congresos, los cuales derivan muchas veces en la creación de federaciones
anarquistas, que tienen como objetivo el difundir la idea en cierta región del
orbe, además de coordinar actividades dentro de este territorio. El ejemplo más
cercano de esto, lo encontramos en la recientemente creada Federación
Anarquista de Centro América y el Caribe, iniciativa en la que confluyen
compañeras/os de Cuba, Puerto Rico, El Salvador, y otras regiones de esa zona,
demostrando así una fortalecida unión, esto a pesar de la constante tensión
existente en Centroamérica, en especial en lo referente a las y los compañeros
de Cuba y Miami. Fijandonos en lo descrito anteriormente, podemos aseverar que
ambas formas son ejemplos claros y rotundos de organización anárquica (esto a
pesar de no ahondar en detalles más minuciosos de aquellas organizaciones).
Ambas cumplen su objetivo: intentar dotar de fuerza y agilidad al movimiento
anarquista.
Si nos remitimos al territorio en el cual nos desenvolvemos (región chilena),
podríamos decir que en este país prima con mayor fuerza aquellos grupos
organizados para cumplir tareas en específico, limitando así, consciente o
inconscientemente, el notable campo de acción del cual disponemos para promover
y difundir nuestras ideas. Casi todos los grupos anarquistas de esta región,
salvo notables excepciones, se fundan con un objetivo primario e inmediato, lo
cual es muy bueno, ya que se concentran todas las fuerzas hacia un mismo
objetivo, pero que a su vez es contraproducente, debido a que esta limitación
impide el avance y la consolidación del grupo hacia nuevas formas de
relacionarse entre las/os mismos compañeros/as de grupo, aparte de no buscar
otros campos de acción en donde se pueda hacer propaganda. ¿Es este método de
acción perjudicial para nuestras ideas? Para nada, al contrario, este metodo
organizativo nos ha funcionado desde bastante tiempo, permitiendo que se
levanten proyectos de difusión, muchos de estos con grandes éxitos. Un ejemplo
claro de esto son las múltiples editoriales existentes en la
región chilena, las cuales nos permiten leer grandes títulos a quienes
vivimos en este territorio del mundo, hacíendo así un gran ejercicio de
propaganda. Otro ejemplo es este periódico, que al igual que El Sol Ácrata,
son mantenidos por grupos de propaganda dedicados a aquellas acciones en
específico.
¿A qué queremos llegar con todo esto? A una reflexión. Deseamos que las y los
compañeros de idea se planteen en la necesidad de unirse a sus afines y crear
precisamente esto, grupos de afinidad. ¿Cual es la diferencia entre un grupo de
afinidad y uno de propaganda, descrito anteriomente? Es que el grupo de
propaganda se forma para hacer un trabajo en específico, mientras el grupo de
afinidad va mucho más allá de eso. Una de las grandes ventajas de estos grupos,
es que su método de acción no se reduce a solo un área de propaganda,
sino que abarca varias. Un grupo de afinidad puede mantener al
mismo tiempo un periódico, una radio y una editorial. Ejemplos
hay bastantes, basta con buscarlos detenidamente. Sin embargo, la
principal ventaja del grupo de afinidad, es la posibilidad que nos permiten de
llevar a la práctica la anarquía entre nuestras/os compañeras/os. Al ser un
grupo de afinidad, el objetivo primordial de este es la constante búsqueda de
libertad entre sus componentes, es el crear lazos que vayan más allá de lo
político, es el entender al compañero/a como un ser libre, al igual que tu, y
poner en práctica esa libertad. Solidaridad, Apoyo Mutuo, Complicidad y
Libertad, palabras claves que debe entender todo grupo de afinidad.
Como dijimos anteriormente, más que imponer una idea de organización a través
de este texto, deseamos que estas líneas generen reflexión. Deseamos que
aquellos grupos de amigas y compañeras/os, se junten y entiendan que a pesar de
lo perverso del sistema, y de las nulas posibilidades
que tenemos de salir de sus redes individualmente hablando), existen
pequeños espacios en los que podemos disfrutar un poco de aquello que llaman
libertad. Depende de nosotros/as crear esos espacios, en nuestras manos esta el
encontrar a quienes nos sean afines; en la iniciativa propia esta la creación
de estos grupos.
[Tomado del periódico El Sol de la Cangalla -edición especial
conjunta de El Sol Ácrata y Cangalla-, Norte de Chile, mayo
2015. Ver publicación completa en:
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