En tiempos de barbaridades promovidas por la acción del
Estado Islámico de Irak y del Levante (ISIS), la resistencia en Kobane, tercera
ciudad más importante de los curdos, localizada en la frontera entre la Siria
(o lo que de ella resta) y de la República de Turquía, refuerza la esperanza,
de una sociedad no sectaria y democrática en el Cercano Oriente, y con
influencias hasta Asia Central. Las fuerzas política que intervienen en este
proceso, destaco dos organizaciones políticas y sus respectivas versiones
militares curdas. Una, más antigua, es el Partido de los Trabajadores del
Curdistán (PKK). Otra fuerza son las Unidades de Protección del Pueblo Curdo
(YPG es la sigla a partir de la original en árabe), con especial destaque por
su ala femenina, el YPJ, compuesto por más de 7000 milicianas.El YPG/YPJ es la expresión militar de las fuerzas populares
en esta región, cuyo nombre en curdo, Rojava, ahora recorre el planeta, a
través de portales alternativos. Es la fuerza política que da base a las
organización de los tres cantones de Rojava es el PYD (Partido de la Unión
Democrática). Fundado en 2003 y fruto de las nuevas conexiones políticas,
sociales y de distintos credos religiosos, derivadas de la reorientación
estratégica del PKK, esta fuerza política tiene la hegemonía de las relaciones
de poder duro en la región y, a partir de esta condición, recibe a los demás
grupos étnico-religiosos en igualdad de derechos civiles, sociales y
políticos.
En la milicia de mayoría curda, están afiliados combatientes
de diversas confesiones (asirios, yazidis, cristianos, alevis, armenios, árabes
sunitas y chiitas, turcos de izquierda) para organizar la resistencia en
Kobane. El YPG/YPJ no es el brazo armado del PYD, pero sí son las fuerzas
regulares de Rojava como territorio autónomo – semi-independiente – operando en
la práctica como un auto-gobierno regional desde la rebelión curda de
2012.
La autonomía de Rojava, se da con la victoria militar de las
milicias del YPG/YPJ, contra fuerzas integristas de la Al-Nusra y del Ejército
Libre de la Siria en la llamada Batalla de Ras Al-Ayn (Serêkanî en curdo). Esta
larga batalla tuvo tres fases, la primera de 8 de noviembre a 17 de diciembre
de 2012, la segunda de 17 de enero a 19 de febrero de 2013 y la tercera, como
fase final fue los días 16 y 17 de julio de 2013. Al final, fue firmado un
acuerdo de cese de fuego con el Ejército Libre de la Siria (FSA de la sigla en
inglés) y reconocida la soberanía curda por la más importante fuerza de
oposición al clan Assad.
Después del control territorial de más de la mitad de la
frontera de la *esfacelada Siria y con Turquía, los reveses en combates contra
el Frente Al-Nusra (ramificación de la Al-Qaeda en la guerra civil siria) y
contra el ISIS, se estableció organizar la confederación, en un conjunto de
cantones en el Curdistán sirio, totalizando 5 municipios (cantones), 5 ciudades
y cerca de 100 pueblos. En este artículo, nos atenemos a la naturaleza del PKK
y su concepción visible.
En el análisis que sigue, el tema lo centraremos en la
llamada Revolución de Rojava, como el proyecto político inclusivo y la
democracia directa en el Curdistán.
El PKK cuando fundado (1974, aún sin esta denominación),
contenía elementos estalinistas, e intentaba ser parte de un vía, de apoyo de
los grupos de izquierda de la región, que también respondían al esquema, de la
Guerra Fría en los países árabes e islámicos. Cuando de su formación inicial,
la denominación del subtítulo (1978) y el comienzo de la insurgencia contra el
gobierno turco (en 1984), a Turquía aún era dominada por la élite laica,
militar y kemalista. Esta élite, cuya ala derecha promovió una dictadura de
corte *fascista y contenía hordas de extrema-derecha conocidos como Lobos
Grises es compuesta por seguidores de Kamal Ataturk y la generación de
oficiales, que se creó en el país con la disolución del Imperio Otomano,
después de ser derrotado en la 1ª Guerra Mundial.
En esa época había un periodo de Bipolaridad, combatir a
estas organizaciones en el Curdistán dentro de Turquía, las que se planteaban,
como mínimo tres objetivos indirectos: - hacer guerra en el interior de un país
miembro de la OTAN; - alcanzar un Estado cuyas recetas del turismo ya eran
importantes; - trabajar dentro de la comunidad de emigrantes "turcas"
(aunque fueran curdos) dentro de Alemania. Siendo el objetivo estratégico de
estas propuestas, construir un enclave curdo, dotado de una concepción a la
izquierda y con un pasillo libre para las áreas curdas de la Siria y de Irak.
Pero, hay que resaltarse la transformación ideológica y estratégica de esta
fuerza política y su ala militar HPG (Fuerza de Defensa del Pueblo) desde el
cambio de concepción de su líder histórico.
El pensamiento corriente del PKK, correcto que atiende a una
orientación casi que filosófica del líder y fundador Abdullah Ocalan (Apo),
basado en el municipalismo libertario cuya visión que sería es el
confederalismo democrático. El proyecto político ganó cuerpo y vida en la
denominada la Primavera Árabe y la denominada guerra civil siria. Con la
fragmentación de la soberanía jurídica sobre el territorio del Estado gobernado
por el clan Assad, hubo la oportunidad de una insurrección popular, anti-Baath
y también contra los avances del integrismo islámico, financiado por las
monarquías árabes de Golfo.
Hay de reconocerse dos realidades, una verdad y otra como
dificultad. Comencemos por la segunda; hay algún lapso – sería una exageración
caracterizar como abismo - de comprensión entre el liderazgo de los miembros
del partido legal, en el parlamento turco (DBP, Partido Democrático de las
Regiones) y las fuerzas guerrilleras del HPG operando en la frontera con la
Siria. Ya la verdad está en la organicidad de las decisiones. En la declaración
del 11º congreso del partido, realizado entre los días 5 y 13 de septiembre de
2014, con la presencia de 125 delegados de las cuatro regiones del Curdistán y
del extranjero, los conceptos arriba citados constan como línea céntrica de la
organización.
La Revolución de Rojava tiene oportunidad de ser victoriosa,
con el debido soporte y la reconocida hegemonía del PYD y de las milicias del
YPG y YPJ. Tales estructuras bajo la influencia directas de PKK y del liderazgo
de Ocalan, pueden vencer militarmente al ISIS, pero no pueden vencer solos. Si
esto ocurre, la disputa siguiente es intentar hacer valer esta realidad
política, en una región donde un Estado secular ya sería un enorme avance para
la humanidad. Las demandas del auto-gobierno de Rojava, son una especie de
estatuto de autonomía regional.
Esta organización social está sustentada en formas de
participación directa, con igualdad de derechos entre los habitantes de
diversas colectividades étnico-culturales. En esta condición igualitaria, están
los plenos derechos de género, libertad religiosa, pero con subordinación de
estas autoridades para los consejos populares y las autoridades electas.
Entiendo que si estas relaciones sociales llegan a ser estables, dentro de un
espacio geográfico con soberanía jurídica y con capacidad de autodefensa en
todos los niveles, estaríamos en el límite del posible y deseable dentro del
mundo islámico.
La superación tanto de la teocracia, como del
confesionalismo político, ya es muy importante, con democracia directa – o aún
semi-directa – y plenos derechos para las mujeres (como veremos en otros textos
de la serie del Curdistán), estamos delante de una nueva posibilidad de vida en
esta sociedad. Dentro de esta lógica, el PKK es una gran esperanza para los
pueblos de Cercano Oriente y de Asia Central. Estas realizaciones pueden tener
condiciones de influencia mundial.
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