El pasado 4 de diciembre, a las 9:37 am, fue enviado a los
correos electrónicos de diferentes colectivos y medios de comunicación
alternativa y popular de Colombia un panfleto amenazante firmado por
el Bloque Capital del grupo paramilitar Águilas Negras.
En el documento se declara como objetivo militar a 12 de
estas organizaciones, así como a 14 periodistas que son mencionados con nombre
propio, asegurando que son “terroristas guiados por la farc-eleno política” y
se les advierte que “cesen sus actividades […] en pueblos y ciudades con el
cuentico de la comunicación alternativa y popular”, indicando que “su
propaganda será callada a plomo” y dándoles un plazo hasta el 1 de enero para
abandonar las ciudades en las que desarrollan sus labores periodísticas.
Los colectivos y periodistas amenazados señalamos que este
panfleto hace parte de una campaña de persecución en contra de la prensa
independiente, de la cual también hacen parte otras amenazas similares, como la
que circuló el lunes 1 de diciembre en contra del Canal Capital, la cadena
Telesur y la Agencia Reporteros sin Fronteras, y otra que recibió justo un día
después el señor Nelson Armesto Chávez, director del periódico comunitario
Patio Bonito al Día, que está llevando al comunicador en pensar en el cierre de
su medio, según ha manifestado.
Consideramos que todas estas intimidaciones buscan silenciar
la labor de los periodistas independientes en defensa de los derechos humanos y
su trabajo con comunidades en todo el país y que que este evento no representa
otra cosa que la continuación de la política estatal de persecución política en
contra de quienes expresan opiniones por fuera de lo aceptable para los grandes
poderes que dirigen el destino de Colombia, donde se acusa a las organizaciones
sociales de aliadas del ‘terrorismo’ o de ser ‘enemigas del progreso’ o de la
Fuerza Pública por el simple hecho de defender sus derechos.
En este contexto, el paramilitarismo ha sido sólo un
instrumento más de esta política de represión, una herramienta de terror que,
articulada con los agentes estatales, ha dejado a su paso millones de víctimas
sin que el Estado tenga respuestas efectivas para garantizar los derechos
humanos en el territorio nacional o intención de salvaguardar la libertad de
expresión para el amplio número de periodistas amenazados y perseguidos.
Por esto, declaramos que ni ésta ni ninguna amenaza impedirá
que cumplamos nuestra labor por la verdad informativa y la defensa de los
derechos humanos, y que las amenazas, antes que amedrentarnos y aislarnos, nos
unen en defensa de la libertad de expresión, la libertad de prensa y el derecho
del pueblo colombiano a comunicarse libremente, con calidad informativa y sin
ningún tipo de censura ni autocensura.
Dado que el Estado colombiano tiene como deber constitucional
garantizar la existencia de una prensa independiente, libre, veraz y
comprometida con informar sobre la realidad del país, exigimos:
A la Fiscalía General de la Nación, investigar estos hechos,
dar con los autores materiales e intelectuales de estas amenazas y ponerlos a
órdenes de la justicia.
A la Procuraduría General de la Nación, investigar sobre la
posible participación de agentes estatales y miembros de la Fuerza Pública en
estas amenazas, para que, de darse el caso, sean procesados disciplinariamente
y sancionados según la Ley.
Al Gobierno Nacional, tomar medidas urgentes para preservar
la vida e integridad de los periodistas amenazados y de sus familias, así como
dar las garantías necesarias para el ejercicio de las libertades de expresión y
prensa a los comunicadores y medios independientes, según lo consagrado en el
Artículo 20 de la Constitución Política de Colombia y en el Artículo 19 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos.
A las organizaciones de periodistas y defensoras de la
libertad de expresión, Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper),
Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) y Reporteros sin Fronteras (RSF),
acompañar esta denuncia e incidir en las instancias respectivas del Estado
colombiano para salvaguardar la vida, integridad y derechos de los periodistas
y medios amenazados.
A las organizaciones defensoras de derechos humanos y
organizaciones sociales de Colombia y el mundo a solidarizarse con los
periodistas y medios amenazados, exigiendo al Estado colombiano el cumplimiento
de su deber constitucional de protegerlos y ofrecer condiciones adecuadas para
el cumplimiento de su labor comunicativa.
Colectivos y medios amenazados:
Casa de la Comunicación de Techotiva.
Colectivo Brecha.
Colombia Informa.
Contagio Radio.
Dejando Huella Haciendo Memoria.
El Macarenazoo.
El Rebelde.
El Salmón Urbano.
El Turbión.
Kino Rama.
Reporte Colombia.
Trochando sin Fronteras.
Colectivo Brecha.
Colombia Informa.
Contagio Radio.
Dejando Huella Haciendo Memoria.
El Macarenazoo.
El Rebelde.
El Salmón Urbano.
El Turbión.
Kino Rama.
Reporte Colombia.
Trochando sin Fronteras.
Periodistas amenazados:
Andrés Gómez.
Camila Ramírez.
Carlos Castaño.
Ernesto Che Mercado Jones.
Leandro Murillo.
Luis Alberto Castaño.
Milena Galvis.
Nelson Lombana Silva.
Omar Vera.
Oscar Castaño.
Ricardo Murcia.
Silvia Oviedo.
Camila Ramírez.
Carlos Castaño.
Ernesto Che Mercado Jones.
Leandro Murillo.
Luis Alberto Castaño.
Milena Galvis.
Nelson Lombana Silva.
Omar Vera.
Oscar Castaño.
Ricardo Murcia.
Silvia Oviedo.
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