Puig Antich nació el 30 de mayo de 1948 en el seno de una
familia obrera. Su padre había sido militante catalanista durante la República.
Tras la Guerra Civil se exilió, pero fue apresado e internado en el campo de
concentración de Argelès-sur-Mer. Condenado a muerte en España, al final fue
indultado. Este entorno en el que se crió Salvador facilitó su incursión en el
mundo de la política y en la resistencia al Franquismo. El asesinato del
estudiante Enrique Ruano en 1969 fue el toque que lo posicionó. Con una
ideología anarquista en ebullición, Salvador se va vinculando a las luchas
obreras de Barcelona. Viendo que algunas luchas se le quedaban estrechas, se
une al Movimiento Ibérico de Liberación (MIL).
¿Qué era el MIL?
El Movimiento Ibérico de Liberación fue un grupo
revolucionario armado surgido a finales de 1969. Con el anticapitalismo como
base, el MIL une en su seno una fuerte influencia consejista, anarquista y
antiparlamentaria. Su objetivo era influir y ayudar al movimiento obrero tanto
de forma teórica, con la edición de folletos, como práctica, con el apoyo a las
huelgas y acciones de expropiación. Lejos de la visión que se ha querido
establecer, equiparándolo a otras organizaciones como el Frente Revolucionario Antifascista
y Patriótico (FRAP) o ETA, el MIL no tenía como objetivo a las fuerzas de
seguridad. Las razzias llevadas a cabo contra el grupo, que acaban con la
detención de Salvador y el hallazgo de numerosos pisos francos, le ponen punto
y final. Parte de la tradición que Marcó el MIL fue tomada por organizaciones
como los Grupos de Acción Revolucionaria Internacionalista (GARI) o la
Organització de Lluita Armada (OLLA).
La detención de Puig Antich
Tras numerosas acciones del MIL en forma de atracos, comenzaron
a producirse detenciones entre sus integrantes. Con la detención de la novia
del integrante del MIL Luis Pons y la de Santi Soler, éstos fueron utilizados
de anzuelo para detener a Xabier Garriga y Puig Antich. El 25 de septiembre de
1973, Garriga se había citado con otros integrantes del grupo en el bar El
Funicular. La Policía estaba al tanto y puso en marcha un dispositivo. En la
refriega, Salvador sale corriendo y es interceptado por la Policía. En medio de
un tiroteo, cae herido, y el subinspector Francisco Anguas, muerto. La cantidad
de heridas de bala que tenía Anguas muestra la dureza de la refriega, pero no
la culpabilidad de Puig Antich. Una vez recuperado de sus heridas, Puig Antich
fue juzgado y condenado a muerte en un proceso en el que se ocultaron pruebas y
se impidió a la defensa citar a testigos. Puig Antich estaba sentenciado de
antemano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario