Una fosa que puede albergar por lo menos 90 cuerpos,
considerada la mayor fosa común urbana del mundo. Se trata de “La Escombrera”,
en el sector de La Arenera, de la comuna 13 de Medellín [Departamento de
Antioquia]. Éste fue el lugar elegido para el comienzo de las exhumaciones de
los cuerpos de cientos de víctimas del conflicto armado, acordadas entre el
gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc),
como parte de los diálogos de paz, que ocurren en La Habana, Cuba, hace poco
más de dos años.
Las informaciones iniciales son que, en el lugar, hay como
mínimo 92 desaparecidos enterrados. Sin embargo, movimientos de derechos
humanos de Medellín creen que en La Escombrera hay por lo menos 300 cuerpos.
Históricamente, la comuna 13 de Medellín, ha sido el corredor de paso del
narcotráfico, lugar estratégico para el crimen organizado. Desde allá, el
dinero ilegal de las drogas llega a toda la costa colombiana.
La Escombrera fue inicialmente controlada por frentes
urbanos de las guerrillas de las Farc y del ELN [Ejército de Liberación
Nacional], después por los paramilitares del Bloque Cacique Nutibara y,
finalmente, por el Ejército. Lo que explica el elevado grado de violencia y del
número de muertos y desaparecidos en la región.
La organización “Mujeres Caminando por la Verdad”, que actúa
en la comuna 13, declaró en nota a la prensa que espera que las exhumaciones
sean sólo el comienzo de las búsquedas de los desaparecidos, que hace años
viene exigiendo al gobierno.
El proceso en La Escombrera va a durar cerca de cinco meses.
Serán retirados 24.000 metros cúbicos de escombros, de los cuales 3 mil se
harán mediante excavación mecánica y el resto en forma manual, para encontrar
los restos de las personas desaparecidas y enterradas en esta zona.
Luz Elena Galeano, del colectivo Mujeres Caminando por la
Verdad, perdió a su marido, Luis Javier Laverde, cuando lo sacaron por la
fuerza del ómnibus y lo metieron en un automóvil, supuestamente paramilitares
desmovilizados del Bloque Cacique Nutibara. El hecho ocurrió el 9 de diciembre
de 2008 y hasta ahora Luz Elena no sabe qué pasó con su compañero. En
declaraciones a la prensa, ella cree que su cuerpo será encontrado en La
Escombrera.
“Él -el ex-presidente [de Colombia] Álvaro Uribe– llegó [a
la comuna 13] con la orden de que todo ser que se moviera, que estuviese en las
calles, fuese exterminado, como si supiéramos algo. Fue horrible porque nos
atacaran por aire y tierra, y quien hizo eso fue la Cuarta Brigada del
Ejército, la Policía conjuntamente con los paramilitares. La Operación Orión
fue del Estado y el paramilitarismo”, señala Luz Elena.
El 16 de octubre de 2002, el gobierno de Uribe inició la
Operación Orión, en el marco de su política de Seguridad Democrática, con
aproximadamente 3 mil hombres de la Fuerza Pública, del Ejército, comandados
por el general Mario Montoya, la Policía Metropolitana de Medellín, comandada
por el general Leonardo Gallego. Ellos invadieron la comuna para controlar la
zona y detener a guerrilleros de las Farc y del ELN.
Según Luz Elena, La Escombrera es sólo una de las fosas
comunes de Medellín. En el área hay por lo menos otras dos o tres fosas donde
se encuentran enterrados los cuerpos de personas desaparecidas. Ella advierte,
además, que los conflictos y las muertes en la zona por causa del conflicto
armado no terminaron.
La directora de la corporación jurídica Libertad, de
Colombia, Adriana Arboleda, manifestó a Telesur que el proceso de exhumaciones
en la Comuna 13 de Medellín es sólo el comienzo para conocer la verdad sobre
los desaparecidos de la zona. Es un proceso de esclarecimiento histórico, al
denunciar que el caso de la Operación Orión está envuelto en la más absoluta
impunidad.
En entrevista con Telesur, Adriana considera que “Antioquia
continúa siendo uno de los departamentos con los más altos índices de violación
a los derechos humanos, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales”.
La corporación Libertad registró, de 2010 a 2012, más de 1 mil ejecuciones
extrajudiciales, desplazamientos forzados, torturas y detenciones arbitrarias
en el país. En Medellín, por ejemplo, caen los índices de homicidio, pero suben
los de desapariciones forzadas.
En relación con los responsables de los delitos ocurridos en
la Comuna 13, Adriana asegura que ya fue solicitado a la Fiscalía de la Nación
que avance con las investigaciones y establezca las responsabilidades de los
autores.
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