martes, 12 de julio de 2016

CONVOCATORIA: CUENTOS CORTOS CONTRA LA PROPIEDAD.



¿POR QUÉ ESCRIBIR CUENTOS CORTOS CONTRA LA PROPIEDAD?

Desde nuestra perspectiva existen dos formas en que la propiedad privada se convierte en una forma de dominación y explotación que nos impide tener vidas dignas, libres, solidarias, antiautoritarias y autónomas. Una es la institución “legal” de la propiedad privada como fundamento de la sociedad capitalista. La otra es el consumismo y la mercantilización de la vida.

I.                    La propiedad es un robo
La sociedad capitalista se estructura en torno a que unos pocos son propietarios del mundo y unos muchos somos desposeídos del mismo.  La propiedad privada es el fundamento de las sociedades liberales, sobre el que se estructura su sistema de derechos y deberes y el reconocimiento de la ciudadanía. La apropiación privada de ríos, montañas, tierras, fabricas, en fin los medios de producción de la vida, que se fundamentan en la herencia, en la ocupación o en el trabajo es un proceso histórico que genera la desigualdad social y la dominación de unos pocos propietarios sobre una multitud de colectivos, grupos, pueblos o personas desposeídas por la sed de lucro  y acumulación de poder de estos. De ahí, que la propiedad privada de los productos que de manera colectiva generamos a partir del trabajo y nuestra relación con la naturaleza es un robo que fundamenta las sociedades contemporáneas.

La apropiación del usufructo de este “robo-propiedad” es lo que nos mantiene subyugados al capital. La propiedad del estado y de los capitalistas de nuestros territorios de vida es una violencia estructural sobre la cual se fundamenta el despojo contemporáneo. Esta “ficción” moral de la propiedad privada (léase arreglo tramposo) se mantiene a partir de la violencia simbólica y material que intenta impedirnos que recuperemos lo que es necesario para la alegre rebeldía en que debemos producir nuestras realidades cotidianas.

II.                  El consumismo y la mercantilización de la vida
Las conversaciones cotidianas en la sociedad actual se refieren generalmente al deseo de poseer o adquirir alguna mercancía en el mercado, principalmente la que mejor marketing y mayor repetición en los medios masivos de comunicación pueda incentivar en las personas dicho deseo de posesión.
Todos los días hay un mensaje claro: compra, paga, vende, adquiere, posee, presta, fía, cuenta; la cultura del consumo es explicita con su mensaje: aprópiate, entre mayor cantidad de bienes poseas mayor es la comodidad, el bienestar y la felicidad. ¿Ya viste el nuevo I-Phone?, ¿Cómo sería tener esa moto BMW?, ¿Ya cómprate los nuevos Adidas?, ¿Me encanta esa fragancia de Calvin Klein?, ¿Ya viste ese edificio, tiene piscina y jacuzzi? son expresiones y anhelos que se intercambian en la mayoría de los diálogos cuando conversamos con nuestros cercanos.

Restringidos o sometidos a deudas, los trabajadores que venden su trabajo en el mercado laboral, los que no poseen medios de producción ni Capital acumulado para invertir, anhelan fervientemente acumular dichos bienes. Es ese deseo y esa restricción lo que alimenta el engranaje, es decir, si trabajo más duro puedo ir aumentando mi nivel de ingresos y como el empleo es limitado, debo de asegurarme de no salir del mercado laboral ¡Debo competir y desear estar siempre trabajando para poder comprar lo que necesito!

Ahora bien, cabe preguntarse si dichos anhelos convertidos en necesidades provienen de una elaboración concienzuda de aquellos objetos necesarios para un buen vivir o si por el contrario las necesidades al igual que las mercancías también se producen en el mercado. Nuestro tedio por la sociedad actual se hace razonable y se nota a simple vista, pero la seducción y sensación que deja el consumo de la mercancía desbalancea y pone en segundo plano el deseo de cambiar radicalmente la sociedad: nos conformamos con dicha situación.  Pero ¿qué tendrá que ver todo esto con una convocatoria para escribir cuentos?

III.                Cuentos Cortos Contra la Propiedad
Cuentos cortos será una colección de varias temáticas que apuntan a la creatividad literaria rebelde, donde comunidades, organizaciones sociales, niños, jóvenes, adultos y ancianos, puedan deleitarse con la ironía, el drama, la tragedia, la burla o el reconocimiento de la cruda realidad, donde no hay héroes en la forma clásica de entender el concepto, ni princesas machistas que esperan siempre que el hombre las salve de sus desgracias y miserias, donde el sueño no es ser rey o reina o el rico del pueblo, donde las moralejas no incentivan a la pasividad sino a la lucha, y los dragones y los lobos como animales no serán las víctimas del hombre cuando este les da cualidades peyorativas exteriorizando comportamientos que a pocos seres vivos se les ha encontrado como a él mismo: la codicia y el egoísmo.

Digámoslo claro, nuestros cuentos no son para que los niños crean que este mundo es maravilloso, no son para respetar símbolos patrios, ni enseñar la honradez frente al principal atraco en frente de nuestras narices: la propiedad privada. Al igual que en la anterior ocasión, nuestro primer intento al cual llamamos Cuentos Cortos Contra la Autoridad, deseamos estimular en esta nueva convocatoria Cuentos Cortos Contra la Propiedad, esa literatura sencilla pero punzante, de escritos que cuestionen a través de historias reales o imaginadas, ese mundo al cual detestamos y que se escapa a veces la radical crítica, que carece de literatura que invite a la rebeldía contra la cosificación de todo lo existente en términos mercantiles y de apropiación privada.

En este orden de ideas ¿podrá la realidad ser la inspiradora de cuentos que bosquejen las siluetas que encarnan el verdadero rostro de la propiedad privada y el Capital? Cuentos cortos contra la propiedad nace de allí, de la necesidad y la urgencia de representar literariamente esas historias que se escapan a toda teoría e interpretación académica de ese mundo que a diario padecemos y que asumimos como normal.

Esperamos que a las personas participantes de la anterior convocatoria, que de alguna u otra manera se introdujeron en los cuentos cortos contra la autoridad ya sea leyéndolos o circulándolos, haya estimulado esa especie creatividad aterrizada que tanto caracteriza al pensamiento antiautoritario, es decir, la crítica radical de las relaciones y formas sociales opresivas y la práctica cotidiana como manera de comenzar a desdibujar los trazos que componen la sociedad de hoy.
La realidad es un cuento a medias, tiene inicio y nudo, ahora bien, ¿quién hará la tarea de escribir el desenlace?
Salud y anarquía.

Envía tus cuentos al correo: cuentoscortos@riseup.net
Se debe tener en cuenta la siguiente información:
1.       Los cuentos no pueden sobrepasar más de 3 páginas tamaño carta, en fuente Arial No. 11, espaciado sencillo y márgenes sup/inf 2,5cm e izq/der 3cm, en archivo Word.

2.       No se respetan derechos de autor. El contenido y la publicación que agrupe los cuentos seleccionados son de libre difusión.

3.       Además del escrito, se debe llenar la siguiente ficha:
Título del cuento:

Autor (Nombre o pseudónimo):

Lugar donde se escribe el cuento:

Correo electrónico de autor:


4. Cuentos Costos Contra la Propiedad es una convocatoria autogestionada, sin pretensiones de ser un betseller o de generar millonarios ingresos, así que el dinero recogido de las ventas de libros será a un precio asequible a toda persona, estará destinado al sostenimiento de la Casa Anarquista El Hormiguero y a los procesos que allí se materializan.
5. A los autores de los cuentos seleccionados se les compartirá una cantidad determinada de ejemplares en la versión impresa de la compilación de cuentos, se les respetará la autoría aunque no será una publicación bajo las lógicas mercantiles de “derechos de autor”.

6. Cualquier inquietud o medio de comunicación respecto a la convocatoria se hará por correo electrónico.

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