domingo, 29 de junio de 2014

Cumaribo en llamas: relato de un atropello bendecido

Los hechos
El día 25 de junio a las 7:30 AM el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional (ESMAD) desalojó violentamente a 215 familias indígenas de un terreno denominado "Brisas", en el Municipio de Cumaribo (Vichada). Este terreno había sido ocupado pacíficamente un mes atrás por indígenas pertenecientes a varios pueblos indígenas (sikuani, piapoco, saliva...). Versiones de líderes indígenas hablan de varios heridos, entre ellos dos niños. La guardia indígena actuó con prudencia y no opuso mayor resistencia para evitar daños y perjuicios mayores.

La problemática
Cumaribo (Kumalibo en lengua jiwi) ha sido un territorio ancestral del pueblo sikuani (jiwi). Toda laproblemática de este pueblo, como la de la mayoríade los indígenas de la Orinoquia Colombiana, ha girado desde hace varias décadas alrededor de sus territorios, que vienen siendo afectados de forma creciente por un conjunto de intereses económicos de diversa índole: ganaderos, minero-energéticos, madereros y cultivos de plantación (incluida la coca). Estos intereses en nada han contribuido al ascenso de estos pueblos hacia una vida mejor, sobre todo nada aportan para superar largos períodos de violencia, explotación y exclusión, que los han colocado en vías de extinción física y cultural, pues una rápida mirada sobre la situación de estos pueblos indígenas semi-nómades que tradicionalmente han vivido de la oferta ambiental de sus territorios, nos muestra las graves condiciones de inseguridad alimentaria y las limitaciones que tienen para superar la exclusión política, económica y social que les impide ocupar un lugar propio y digno en la región.

A estos pueblos no sólo se les ha perturbado su entorno con la ocupación que han hecho de sus territorios todos los actores económicos (legales o ilegales, civiles o armados, religiosos o laicos), también han sido lastimados por lasactividades proselitistas de las iglesias, de los partidos políticos y de actores armados, actividades que se realizan bajo la mirada displicente del Estado.
En síntesis, se trata de una violencia social y estructural que ha comprometido su futuro como pueblos. Unasituación que la Corte Constitucional de Colombia calificó como "un estado de cosas inconstitucional."

Buscando la tierra prometida y almas para evangelizar
En 1960 se asentó en 'Cumaribo' el Batallón Colombia, en terrenos que según el líder Juan Mendoza pertenecían al pueblo sikuani (allí estarían enterrados sus abuelos). Este batallón, dirigido por el teniente coronel Álvaro Valencia Tovar, tenía la tarea de neutralizar acciones armadas en la región, entre ellas las de Flavio Barney, reservista del ejército y comerciante de chiqui-chiqui, que se había levantado en armas para imponer su ley en la región. Según el relato de Hernando Sánchez (autoridad tradicional sikuani), "este bandolero" se había asentado en 'Puerto Mosco', sobre el río Vichada y se había apoderado de grandes extensiones de territorio sikuani.



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