viernes, 1 de junio de 2012

“Si la administración decide en el concejo… las comunidades decidimos en nuestros territorios”


El pasado 30 de mayo, las agendas mediáticas de las grandes cadenas noticiosas del país se centraron en la liberación, por parte de la guerrilla de las FARC, del periodista francés Romeo Langlois, el cual fue capturado en el departamento del Caquetá en medio del fuego cruzado entre militares y policías antidroga y, la guerrilla de las FARC, el pasado 28 de abril.  En efecto, la liberación del periodista francés se llevó a cabo y, de inmediato acaparó la atención nacional dejando a un lado otros hechos noticiosos transcurridos durante el día. En este sentido, cabe recordar que, las centrales obreras habían fijado esta fecha para convocar a un gran paro nacional estatal. En él participaron varios sectores que hicieron sentir su voz de inconformismo frente a las represivas medidas que desde el gobierno central se vienen implementando en contra de los trabajadores. Asimismo, se hizo un llamado a mejorar las pésimas condiciones que en materia de salud y educación padecemos los colombianos. El paro convocó a más de 50 mil personas, en todo el país, entre trabajadores oficiales y estudiantes y, transcurrió en relativa calma.

Ahora bien, otro hecho político, de gran trascendencia, sucedía en la ciudad de Medellín. El concejo municipal se reunió para aprobar el plan de desarrollo municipal “Medellín un hogar para la vida” 2012-2015. En esta ocasión, el concejo municipal, completamente colmado de personas, en su gran mayoría habitantes de las laderas de la ciudad, fue decorado con pancartas y se convirtió en el mejor escenario para rechazar un plan de desarrollo que desconoce la violencia y el conflicto social que padecemos en la actualidad y, deja a un lado las propuestas hechas por la comunidad, alrededor de temas tan importantes como la vivienda, los servicios públicos, el desplazamiento, etc., lo cual da cuenta, nuevamente, que la comunidad participa pero el gobierno municipal es el que decide.
Pasadas las 10:00 a.m., tras escuchar al presidente del concejo y dos concejales  parlotear de las bondades y del esfuerzo en la construcción del PDM y, mentir acerca de lo democrático y participativo que fue su elaboración, al unísono el recinto interrumpe para rechazar las mentiras emitidas por los “honorables” concejales. Silbidos, gritos, aplausos, arengas, interrumpieron la sesión. Las voces de protesta retumbaron en el recinto. Se escucharon consignas como: “en octubre escogimos 21. Hoy no nos representa ninguno”. Posterior a ello, la invitación fue a dejar el recinto para tomarnos la plaza de la dignidad y allí llevar a cabo una jornada cultural.

Con la presencia de más de 500 personas y con la presentación de diversas muestras artísticas se planteó la necesidad de dejar de creer en el ejercicio de participación emanado de las esferas de poder institucional y continuar avanzando en los procesos de participación y movilización totalmente comunitarios. Es decir, dejar de entregar nuestro poder de decisión a quienes históricamente no nos han representado.
Este es un gran logro de los sectores sociales y de la comunidad de las laderas de Medellín que dejan a un lado la participación en la política partidista, fundada a partir de dadivas, engaños, mentiras y migajas; para retomar la participación colectiva desde sus territorios y sus necesidades. 


Periódico El (A)guijón. 

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