El pasado 30 de mayo,
las agendas mediáticas de las grandes cadenas noticiosas del país se centraron
en la liberación, por parte de la guerrilla de las FARC, del periodista francés
Romeo Langlois, el cual fue capturado en el departamento del Caquetá en medio
del fuego cruzado entre militares y policías antidroga y, la guerrilla de las
FARC, el pasado 28 de abril. En efecto,
la liberación del periodista francés se llevó a cabo y, de inmediato acaparó la
atención nacional dejando a un lado otros hechos noticiosos transcurridos durante
el día. En este sentido, cabe recordar que, las centrales obreras habían fijado
esta fecha para convocar a un gran paro nacional estatal. En él participaron varios
sectores que hicieron sentir su voz de inconformismo frente a las represivas
medidas que desde el gobierno central se vienen implementando en contra de los
trabajadores. Asimismo, se hizo un llamado a mejorar las pésimas condiciones
que en materia de salud y educación padecemos los colombianos. El paro convocó
a más de 50 mil personas, en todo el país, entre trabajadores oficiales y
estudiantes y, transcurrió en relativa calma.
Ahora bien, otro hecho
político, de gran trascendencia, sucedía en la ciudad de Medellín. El concejo
municipal se reunió para aprobar el plan de desarrollo municipal “Medellín un
hogar para la vida” 2012-2015. En esta ocasión, el concejo municipal,
completamente colmado de personas, en su gran mayoría habitantes de las laderas
de la ciudad, fue decorado con pancartas y se convirtió en el mejor escenario
para rechazar un plan de desarrollo que desconoce la violencia y el conflicto
social que padecemos en la actualidad y, deja a un lado las propuestas hechas
por la comunidad, alrededor de temas tan importantes como la vivienda, los
servicios públicos, el desplazamiento, etc., lo cual da cuenta, nuevamente, que
la comunidad participa pero el gobierno municipal es el que decide.
Pasadas las 10:00 a.m., tras
escuchar al presidente del concejo y dos concejales parlotear de las bondades y del esfuerzo en la
construcción del PDM y, mentir acerca de lo democrático y participativo que fue
su elaboración, al unísono el recinto interrumpe para rechazar las mentiras
emitidas por los “honorables” concejales. Silbidos, gritos, aplausos, arengas,
interrumpieron la sesión. Las voces de protesta retumbaron en el recinto. Se
escucharon consignas como: “en octubre escogimos 21. Hoy no nos representa
ninguno”. Posterior a ello, la invitación fue a dejar el recinto para tomarnos
la plaza de la dignidad y allí llevar a cabo una jornada cultural.
Con la presencia de más de 500
personas y con la presentación de diversas muestras artísticas se planteó la
necesidad de dejar de creer en el ejercicio de participación emanado de las
esferas de poder institucional y continuar avanzando en los procesos de
participación y movilización totalmente comunitarios. Es decir, dejar de
entregar nuestro poder de decisión a quienes históricamente no nos han
representado.
Este es un gran logro de los
sectores sociales y de la comunidad de las laderas de Medellín que dejan a un
lado la participación en la política partidista, fundada a partir de dadivas,
engaños, mentiras y migajas; para retomar la participación colectiva desde sus
territorios y sus necesidades.
Para mayor información visita:
http://mesainterbarrialdedesconectados.blogspot.com/
Periódico El (A)guijón.
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