domingo, 21 de febrero de 2016

La utopía de las normas. Leyendo el último libro de David Graeber


La burocracia. Ya casi nadie habla de la burocracia. Sin embargo es omnipresente y todopoderosa: ¿hasta qué punto llegamos a toparnos con ella a lo largo del día sin pensar en el sinsentido absoluto que hay detrás? ¿Por qué todo el mundo asume su falsa formalidad y pretensión uniformizadora, cuando en el fondo todos sabemos de las arbitrariedades absurdas que supone? ¿Por qué la izquierda ha abandonado el discurso anti-burocracia? ¿Por qué la izquierda ha dejado el monopolio del discurso antiburocracia a unos neoliberales que claman contra ella de boquilla mientras que duplican o triplican las regulaciones y los formularios en nombre de un “libre mercado” que, para mayor descojone del personal, supuestamente iba a reducirla?

Los cuatro  ensayos que compila David Graeber en La Utopía de las normas (de  la tecnología, la estupidez y los secretos placeres de la  burocracia)  abordan de manera clara y amena cómo hemos llegado  históricamente a éste punto de burocratización kafkiana. El prestigioso antropólogo anarquista, expulsado de Yale por su movilización, implicado directamente en Occupy Wall Street y movimientos antiglobalización, diserta sobre cómo el mundo moderno ha construido, de  hipertrofia normativa, de adicción por los procesos y formularios, sostenida en última instancia por la amenaza permanente de la violencia.  Ahora bien, de cara a deshacer éste mundo kafkiano, lejos de ofrecer  soluciones mesiánicas, es un simple y humilde intento de abrir el  debate sobre la burocracia. Porque a día de hoy la burocracia estará  criticada de manera trasnochada e interesada por la derecha, pero al  menos la derecha se ha molestado en tener una crítica. 



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