JuanPa Santos (como conocieron los medios de comunicación al
actual presidente después del juego publicitario de las elecciones pasadas) se
ha reelegido para gobernar cuatro años más, contra los pronósticos de la
primera vuelta donde el programa uribista reflejado por Zurriaga le llevaba una
ventaja considerable. Pero ¿Qué hizo Santos para pasar de perder por un 4% a
ganar con la mitad de los votantes para el segundo round? Quizás la respuesta
la debemos hallar más a la izquierda, en la bandera que ha cargado por años
diferentes sujetos sociales y que hoy se robo la derecha de manera descarada:
la paz.
La oligarquía liberal y urbana colombiana se echó al
bolsillo 4 años de presidencia gracias a personajes como Clara López, Gustavo
Petro e incluso la Unión Patriótica, unos con asco, otros con calculadora en
mano y los más descarados que apoyaron a la Unidad Nacional desde la primera
vuelta. Lo que se vio como un voto táctico terminó por legitimar un programa
que va más allá de la paz, a la cual Santos ve solo como un paso en medio de la
continuación de un sistema político y económico hecho para explotar a las
desposeídas. Debemos partir de un principio mismo que reconoce el Estado: La
paz es un negocio al que se le va a sacar muchos dividendos, bien lo dice el
Departamento Nacional de Planeación cuando se “estima una base de 4,8% para el
Producto Interno Bruto (PIB) del año en el que se concrete el acuerdo [de
paz]. A partir de allí, el crecimiento sería lento durante los primeros dos
años, entre 4,81% y 4,85%, y luego repuntaría en el séptimo año, para
estabilizarse en 5,65% en el último periodo”[1]. No debemos vincular la paz santista con
las necesidades del pueblo colombiano, es más, debemos hablar siempre de la
perspectiva de los diálogos para el gobierno como un juego del mercado donde se
apuesta a la estabilidad de la inversión en el largo plazo. No es gratuito que
el mismo presidente tituló a su proyecto “Tercera vía y paz” para no
desvincular ambos términos pues uno es posible solo con el otro dentro de la
cabeza del presidente.
Es en este momento donde la derecha y el progresismo de la
centro-izquierda colombiana han hallado en la tercera vía una nueva estrategia
de control y explotación que se basa en la famosa frase “Tanto mercado como sea
posible, tanto Estado como sea necesario”. Es importante analizar esta nueva
vía en una serie de elementos que consideramos importantes tener claros para
desenvolvernos en este nuevo escenario.
De antecedentes históricos y “posconflictos”
Y como el final de la historia esta en la puja entre el
capitalismo y el comunismo, se ha de hallar un nuevo camino… Aunque no nos
importa profundizar demasiado es importante remitirnos a varios antecedentes
que ya vislumbran para donde quiere ir Santos. Es de anotar que el mayor uso
del termino viene al terminarse la segunda guerra mundial, y que para no irnos
demasiado lejos, se vislumbra en el caso del Peronismo en Argentina; posterior
a una época de revueltas obreras y golpes de Estado militares, el caudillo de
la “justicia social” encontró en la disyuntiva entre el norteamericanismo y
socialismo una salida que se recogía en ambos caminos pero sin casarse con
ninguno: mantener una política social fuerte en el Estado y por otro lado,
apostarle a la entrada en el mercado mundial.
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