El 15 de noviembre será realizada en Atenas la
visita programada del líder del Estado de los Estados Unidos de América Barack
Obama. La agenda oficial de esta visita determina sus extensiones reales en
el campo de la gestión política, de la imposición y del antagonismo:
Correlaciones geopolíticas, cuestión migratoria, economía.
El Estado de EE.UU. constituye la fuerza líder del bloque de
Poder occidental, habiendo protagonizado la campaña de la consolidación
(establecimiento) del totalitarismo moderno. Las operaciones militares en la
periferia capitalista, la profundización del control y la represión en el
interior de las sociedades occidentales, la agudización del saqueo de la
mayoría de la sociedad, y la destrucción del medio ambiente, son los resultados
de las pretensiones diacrónicas (y de las contradicciones no resueltas que ellas
conllevan) del sistema capitalista y estatal. Son unas contradicciones y
pretensiones que generan la crisis profunda y total de este sistema, siendo la
secuela de su quiebra política y de principios.
En esta operación de colonización de cada aspecto (faceta)
de la vida social por parte de la barbarie de los soberanos, el Estado
americano es el protagonista desde hace varias décadas, jugando un papel
principal en el reforzamiento de los procedimientos de re-estructuración del
mundo estatal-capitalista a nivel mundial, mediante la creación y la mejora de
los aparatos de Poder internacionales (transnacionales), funcionando como un
“modelo” de laboratorio represivo. Las cruzadas “anti”terroristas que han
provocado miles de muertes y el desarraigo masivo de grandes poblaciones, los
asesinatos masivos de americanos negros, el reforzamiento institucional del
Régimen con leyes especiales (excepcionales), con cárceles y con cuerpos
dedicados a la represión militarizados, son partes de una guerra generalizada que
ha declarado el Estado americano tanto dentro de su territorio como a nivel
mundial, como parte pionera de la Soberanía mundial, la cual responde a su
crisis generalizada con su ofensiva a los pobres y los parias.
Es una ofensiva realizada con una intensidad cada vez mayor
por parte de las elites políticas y económicas, parte integrante de los cuales
es el Estado griego. El denominador común de esta alianza desigual (asimétrica)
es el mantenimiento de la organización jerárquica de las sociedades, la agudización
de las condiciones de la esclavitud moderna, la desarticulación y la represión
de las resistencias sociales y de clase, así como la perpetuación del carácter
protagonista del bloque de Poder occidental, y su refuerzo en el campo del
antagonismo geopolítico internacional. Este expansionismo militar, político,
económico y cultural del bloque de Poder occidental pretende conseguir la
legalización y el consentimiento de la barbarie (crueldad) que este mismo
genera a nivel mundial: La guerra, el desarraigo, la pobreza, el canibalismo
social, son a la vez los productos del sistema capitalista-estatal y el
espantajo contra las masas indigentes. La faceta ideológica de este
expansionismo contiene la presentación del mundo estatal-capitalista como una
realidad inevitable, dentro de la cual se pueden existir sólo los dilemas
falsos de la gestión de la putrefacción generalizada del mundo del Poder.
El Estado griego, como miembro de la Unión Europea y de la
OTAN, está firmemente orientado a las pretensiones de la elite
político-económica soberana, de la cual constituye una parte integrante. El
gobierno de Syriza (partido que ascendió al Poder pisando sobre las luchas
sociales y de clase de la última década) ha sembrado la desilusión y el temor,
ha hecho disminuir los reflejos sociales y de clase, y ha perjudicado las
movilizaciones populares, con el fin de eliminar el descontento social
generalizado. Ha agudizado el saqueo de carácter de clase, ha difamado de
manera vil las resistencias del hoy sin dudar en manipular y a la vez de
humillar las luchas del ayer. Ha desatado varias operaciones represivas contra
espacios de lucha y de solidaridad ocupados, ha reprimido movilizaciones
sociales y de clase con las llamadas fuerzas antidisturbios, ha encarcelado a
refugiados y a inmigrantes, y ha creado cuarteles-ghettos, aislándolos de la
sociedad. En resumidas palabras, han cumplido y siguen cumpliendo completamente
con su misión, la cual es el intento continuo (en el sector que le corresponde)
de imponer la dictadura moderna del Estado y del Capital, en general del
totalitarismo moderno. Esta pretensión común entre los dos Estados (EE.UU. y
Grecia), es la base de toda alianza entre los gobernantes.
Frente a ellos se yergue una serie de luchas a nivel
mundial, una amenaza constante para las elites del Poder, una trayectoria de
libertad que permanece accesible para los plebeyos. En EE.UU. las huelgas
masivas de los trabajadores contra los sueldos basura, las revueltas contra la
violencia asesina, estatal y racista, las luchas de los presos contra la
industria de la reclusión, así como las movilizaciones de os inmigrantes,
mantienen viva la resistencia. Siendo solidarios con estas luchas, buscamos la
solidaridad internacionalista y la continuación de las resistencias, en un campo
social y de clase, delimitado por la sangre y la lucha de los movimientos por
conquistar la solidaridad, la igualdad y la libertad.
Contra la putrefacción del Poder y la ofensiva de los
soberanos locales e internacionales, proponemos la organización social y de
clase de los oprimidos. Contra la decadencia continuada del mundo envejecido
del Estado y la patronal, proponemos la juventud de la revolución social: El
único camino para la mayoría de la población.
Contra la putrefacción estatal y capitalista, los patrones
locales y transnacionales, organización y luchas internacionalistas por la
revolución social, por la anarquía y el comunismo libertario.
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