Hoy 12 de octubre 400 indígenas nasa del norte del Cauca
dieron inicio al proceso de liberación de 1000 hectáreas de tierras de las
haciendas Vista hermosa y San Luis Abajo en el norte del Cauca, como un acto de
dignidad de las comunidades que recuerda que estas tierras, que hasta hoy se
encontraban bajo el monopolio de hacendados, terratenientes y la industria
cañera, son de las comunidades indígenas nasa, que les pertenecen por derecho
ancestral, derecho mayor anterior y superiora la conquista española y a las
leyes estatales que tradicionalmente han protegido la concentración y la
inequidad en la estructura agraria en Colombia.
A nuestra América los invasores llegaron el 12 de octubre de
1492, pero aún no se han marchado, solo han cambiado de forma, hoy llegan como
imposición agroindustrial, como multinacionales mineras, como militarización y
violencia sobre las comunidades para el control de sus territorios, pero
también hoy las comunidades continúan su largo camino de resistencia contra las
nuevas formas de dominación, ejerciendo su poder desde abajo, desde la
organización y la fuerza comunitaria.
Después de 524 años de despojo, las comunidades indígenas le
dicen a los terratenientes y al Estado ¡no más!, hasta aquí llego el robo te
tierras y los engaños contra las comunidades que se vieron obligadas a trabajar
en servidumbre en sus propias tierras bajo la figura del terraje, a no tener
tierras aptas para cultivar, a vivir hacinados en las montañas, mientras un
puñado de hacendados del Cauca, que representan solo el 7,8% de la población,
monopolizan el 60% de las tierras, esto es, la totalidad de tierras aptas para
cultivos en el Cauca, ya que se trata de un departamento donde la mayor parte
de la tierra está clasificada de baja y muy baja fertilidad.
El despojo de las tierras de las comunidades indígenas
comenzó cuando los invasores Españoles Sebastián de Belalcazar y Pedro de Añasco
llegaron por primera vez al Cauca para el año de 1536. Pero la lucha de las
comunidades también ha sido histórica, conformándose con el tiempo una
autentica cultura de la dignidad y la resistencia. En su memoria aún vive el
grito rebelde de la Cacica la Gaitana quien, junto a las comunidades de Pijaos
y Yalcones, expulsaron a los invasores, controlando sus tierras desde el Tolima
hasta el sur del Cauca por más de 40 años. La resistencia de la nación nasa
contra la colonización duro más de un siglo, el último gran levantamiento
indígena contra los españoles se registró para 1656, señalando con ello la
capacidad de resistencia y persistencia que ha caracterizado las luchas
indígenas por la tierra del pueblo nasa. Recogiendo esta tradición las
comunidades indígenas anuncian que este proceso de dignidad y lucha por la
tierra que hoy comienza no terminara hasta que se de la liberación total de sus
territorios, no importa si este proceso dura 5, 10 o más años, las comunidades
tienen la voluntad y la capacidad de organización para resistir y recuperar sus
tierras.
La lucha busca restituir los territorios de los resguardos,
tal y como les fueron heredados por Quilos y Ciclos y Juan Tama a comienzos del
siglo XVIII. Este fue el mandato que rigió la plataforma de lucha del CRIC
desde el 24 de febrero de 1971, esta fue su lucha en la liberación de López
Adentro en los años 80, de la Emperatriz en 2005, de Corinto en 2014, esta es
hoy su reivindicación, que las tierras de los pueblos indígenas regresen a sus
verdaderos dueños, ya que la tierra es la garantía material para la
supervivencia cultural de los pueblos indígenas.
El proceso dio inicio a las 8am, los 400 indígenas entraron
de manera organizada en diferentes grupos a las tierras en disputa, la jornada
comenzó destruyendo los cultivos de Caña de los terratenientes que funcionan
como feudos del inmenso monopolio cañero de Ardila Lule, quien controla la
producción de agrocombustibles en base a caña de azúcar desde el norte del
Cauca hasta Cartago en el Valle. La caña fue cortada para que renazca la vida,
para que germinen los cultivos indígenas de maíz que respondan a las
necesidades alimentarias de las comunidades. Sin embargo el ejército y los
grupos de trabajadores de los terratenientes hicieron presencia a las 11 am,
intentando intimidar a los indígenas para que abandonaran las tierras, pero las
comunidades no retroceden, por el contrario se mantendrán en resistencia en el
territorio, ejerciendo sus labores de siembra y cultivo de alimentos.
En este momento el ejército hace presencia en las tierras
liberadas, se teme que en cualquier momento suban a los caseríos donde habitan
las comunidades. Se espera que desde el día de mañana se intensifique la
represión violenta de soldados y agentes del ESMAD, tal y como ha sucedido con
los anteriores procesos de liberación, arremetiendo con armas de fuego contra
la comunidad indígena desarmada. Los primeros meses son los más duros de este
proceso, es por ello que se hace un llamado a las organizaciones sociales y
comunitarias, a las organizaciones de derechos humanos, a los colectivos de
prensa para que no pierdan de vista este proceso, para que las comunidades
indígenas no queden solas, ya que su aislamiento es parte de la estrategia de
represión del Estado.
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